Movilizaciones en Irán denuncian la instrumentalización de la muerte de Mahsa Amini por EEUU e Israel contra la Revolución Islámica

Miles de personas se congregaron este domingo en Teherán para defender los ideales de la Revolución Islámica y los valores tradicionales de Irán ante los alborotadores que han causado disturbios en los últimos días, ligados a servicios de inteligencia occidentales. Los rastros de EE.UU. e Israel se ven claramente durante los disturbios en Irán, es el mismo “modus operandi” que han usado para desestabilizar los países. La población iraní ha marchado este domingo en las principales plazas de las ciudades del país para lamentar y expresar su más energético rechazo a los recientes disturbios que además de cuantiosas pérdidas materiales, han dejado varias personas muertas, entre ellas fuerzas policiales.

El sábado, Teherán alertó a EE.UU. sobre incitar a disturbios, asegurando que medidas para violar la soberanía iraní “no quedarán sin respuesta”. Esto, luego de que en coincidencia con los disturbios, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que mantiene fuertes sanciones contra Irán, autorizara a las empresas tecnológicas a ampliar sus servicios en el país persa para ayudar a los alborotadores.

En la declaración final de la movilización, titulada la Gran Congregación de la Umma del Profeta y convocada por las organizaciones religiosas y centros coránicos de Teherán, los participantes en la marcha ratificaron su lealtad al líder iraní, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, y a los ideales de la revolución, rechazando los esfuerzos de los grupos contrarrevolucionarios, respaldados por Occidente, que incitan a la violencia en el país.

En los últimos días, instrumentalizando la muerte de la joven Mahsa Amini, alborotadores han atentado contra el orden público, provocando disturbios, incendios en varias mezquitas, agresión contra las fuerzas de seguridad y destrozos parciales y totales en propiedades públicas y privadas.

Desde el primer día de la muerte repentina y sospechosa de Mahsa, las autoridades de alto rango de Irán, incluido el presidente del país, Seyed Ebrahim Raisi, el ministro del Interior, Ahmad Vahidi, el presidente del Poder Judicial, Qolam-Husein Mohseni Eyei, y miembros del Parlamento, así como la Policía, han asegurado que el caso está bajo un seguimiento serio y todos los aspectos del incidente están siendo investigados minuciosamente.

Mientras tanto, los medios de comunicación occidentales intentan culpar a los agentes de policía de la muerte de Mahsa buscando desatar la ira contra el Sistema de la República Islámica de Irán, por ello recurren a manipular la información hasta con montajes de vídeos.

La declaración de la movilización del domingo ha condenado los últimos actos violentos promovidos desde el exterior como la profanación del Corán, quemar mezquitas y la bandera de la República Islámica de Irán, así como el martirio de varios defensores de la seguridad. Han considerado que estos actos muestran la profundidad de la conspiración y la sedición contra el sistema de la República Islámica por parte de los enemigos jurados del país persa. Por tanto, han pedido a las autoridades responsables y al Poder Judicial de Irán que identifiquen y actúen con seriedad con quienes violan las normas del país y atentan contra los bienes públicos.

“La sabia, alerta y paciente nación del Irán Islámico elogia el autodominio de los oficiales […] al tratar con los manifestantes en los primeros días de los disturbios, y agradece los esfuerzos de las fuerzas de mando de la Policía de la República Islámica de Irán, a la vanguardia de la lucha frente a quienes trastornan el orden, la seguridad y la salud de la sociedad, exigiendo a los verdaderos servidores de la nación, tratar decisivamente con los terroristas que pretenden desafiar la autoridad de la policía y la libertad y la paz y destruir el orden público y seguridad con sus actos de violencia y disturbios”, se lee en la nota.

Tras denunciar la falsa propaganda de los servicios de inteligencia y embajadas extranjeros y su papel en alentar atroces crímenes en Irán, la declaración ha advertido a los líderes globalistas que, si no detienen sus crímenes “desvergonzados”, deben esperar una respuesta decisiva y firme de la población revolucionaria y valiente de Irán.

Hiba Morad, académica y analista política que reside en Teherán, explica:

Si bien la trágica muerte de Mahsa Amini ha recibido una amplia cobertura mediática en todo el mundo, algunos otros crímenes horribles en otros países han pasado desapercibidos.

Repasemos algunos incidentes recientes:

En agosto, Mable Arrington, una mujer afrodescendiente de 42 años, fue asesinada a tiros por agentes de policía estadounidenses. El tiroteo ocurrió afuera de un complejo de apartamentos en Biloxi, Mississippi. Los detalles del incidente nunca se hicieron públicos.

A principios de esta semana, las tropas estadounidenses mataron a Zainab Essam Majed al-Jazali, una niña iraquí de 15 años, durante ejercicios militares en el área de Abu Ghraib, al oeste de Bagdad, cuando ayudaba a su padre en la granja.

Las preguntas que me vienen a la mente son: ¿Los principales medios occidentales cubrieron estos dos incidentes tan apasionadamente como lo hicieron con la muerte de Mahsa Amini de Irán? ¿Acaso no fue el asesinato de Zainab Essam lo suficientemente trágico como para merecer cobertura?

¿Por qué hay sentencias definitivas incluso antes de que concluyan las investigaciones? ¿Por qué se enfocan tanto en Irán, en el gobierno iraní y la Revolución Islámica, mientras se hace un silencio sobre los graves abusos contra los derechos humanos cometidos por las fuerzas estadounidenses en todo el mundo?

La forma en que los principales medios de comunicación occidentales trataron estas dos historias revela una agenda oculta, que va más allá de los derechos humanos y la justicia. Mientras que la muerte natural de Amini ocupaba los titulares de todo el mundo, el asesinato de la niña iraquí a plena luz del día por parte de las tropas estadounidenses en Bagdad quedó relegado al olvido.

A diferencia de Estados Unidos, que trató de ocultar el asesinato de la niña iraquí, Irán no solo no ha ignorado la muerte de Mhasa Amini sino no ha escatimado esfuerzos para conocer la verdad de los hechos. El presidente Ebrahim Raisi ordenó de inmediato una investigación sobre la causa de su muert. El presidente del Poder Judicial y el presidente del Parlamento también ordenaron investigaciones separadas sobre el incidente.

Las imágenes de las cámaras de seguridad publicadas por la policía mostraron cómo la mujer iraní colapsaba sin ningún altercado físico o fuerza. La historia de Amini se ha contextualizado para encajar en una narrativa occidental para difamar al país persa.

Las imágenes muestran a Amini, que había sido llevada a una estación de policía en Teherán para participar en una clase de educación y orientación sobre las normas de la vestimenta, colapsando repentinamente y luego trasladada por una ambulancia a un hospital cercana.

El video desestimó las afirmaciones de que fue golpeada y descartó cualquier contacto físico contra ella.

El doctor Massoud Shirvani, neurocirujano, dijo a los medios iraníes que la mujer fallecida fue operada de un tumor cerebral a los 8 años y que estaba recibiendo tratamiento hormonal.

Otros tres médicos también confirmaron que, según una tomografía computarizada del cerebro de Amini, no había señales de haber sido golpeada o expuesta a golpes, descartando las teorías de conspiración comunes y corrientes.

A pesar de que los médicos confirmaron que no fue golpeada y las imágenes de cámaras de seguridad mostraron que colapsó sola, el Gobierno iraní inició una investigación sobre el caso y los medios occidentales se volvieron locos al exagerar, acusando falsamente a Irán de violaciones de derechos humanos.

Esto ilustra claramente que el caso de Mahsa Amini se está utilizando como tapadera para una agenda siniestra más amplia.

No es coincidencia que el 18 de agosto, John Bolton, el exasesor de seguridad nacional de EE.UU., dijera que la clave (para el cambio de régimen) es el pueblo iraní.

Bolton hizo la declaración en una conferencia organizada por el terrorista antiraní Muyahidín Jalq (MKO) en Washington. En el mismo evento, el exsubcomandante del Comando Europeo de EE.UU., Robert Joseph, se hizo eco de las palabras de Bolton y dijo que el pueblo iraní es la clave para cualquier “cambio de régimen” en Irán.

 

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