Por Cristian Taborda
Se van a cumplir dos semanas de la muerte del Santo Padre quien tuvo un reconocimiento único como ningún otro argentino en la historia. Su legado como guía espiritual de la humanidad queda para la eternidad con su prédica, su obra y su ejemplo. Un argentino ha dejado su huella para la eternidad en la Santa Iglesia Católica y en la historia universal.
Nuestra patria ha sido reconocida a lo largo de nuestra corta historia por grandes hombres y mujeres, por el arte, por la ciencia, por el deporte, por la literatura, por el cine. Quizás como ninguna otra nación y eso es lo que tal vez nos haga únicos o privilegiados de ser hijos de esta tierra con una cultura que sintetiza lo mejor de la raza humana en su diversidad desde lo bello, lo bueno y lo justo. El Papa Francisco, San Martín, Evita, Maradona, Borges, Favaloro, Gardel, Fangio, Messi y tantos otros. Han llevado la argentinidad al mundo, nuestra identidad nacional la hicieron mundial. Han sido la reivindicación del orgullo de ser argentino.
Desde las obras de Borges y Cortázar en la literatura o Campanella y Puenzo en el Cine, Argentina logró ser reconocida por los otros y con premios por el talento personal y sus trabajos. Como argentinos han sido el medio para el reconocimiento de Argentina. Con el recién estreno del Eternauta sucede algo inédito: no es el medio, es el mensaje. El Eternauta es la expresión del ser argentino para el mundo, ha logrado ser la síntesis del ser nacional. El Eternauta es el argentino.
Es la primera vez en la historia que se produce un despliegue de argentinidad para el mundo mediante un dispositivo cultural. El Eternauta como una serie lanzada desde la plataforma de streaming más vista del mundo, con el logro de ser la segunda con mayor visualización a nivel internacional. Pero lo destacable es el mensaje, por primera vez una obra que exalta el ser nacional, se configura como dispositivo de poder cultural que logra alcance global. La discusión por si los recursos son del Estado o del sector privado, queda en un segundo plano, porque el objetivo de exaltar nuestra tradición, nuestros valores y el heroísmo trascienden la discusión economicista.
La obra de Osterheld y que adaptó magníficamente Bruno Stagnaro es la mayor reivindicación del ser argentino jamás visto en una ficción. Desde una mesa de truco entre amigos al héroe de Malvinas, del hombre que deja todo por la familia a la mujer luchadora ante la adversidad o de los que dan su vida sacrificándose por el resto. De la iglesia como refugió al ejército como resistencia nacional. Los símbolos, los lugares, la música seleccionada, de Mercedes Sosa a Carlos Gardel, dejan la impronta de un nacionalismo cultural con una fuerza nunca antes vista.
Sin lugar a dudas la adaptación de Juan Salvo como Héroe de Malvinas le da una connotación política trascendental, el personaje principal es un héroe patriota. Como rezaba la canción de Attaque 77 en memoria de Favaloro: “nuestro héroe es de verdad”. El Eternauta es una ficción pero nuestro héroe es de verdad, está entre nosotros, es uno de los tantos héroes de Malvinas. Nuestro héroe da la vida por una causa nacional. Lo colectivo es la patria. La patria y la familia por sobre todo.
Y una mención aparte para la escena en la iglesia con la música de Misa criolla de Mercedes Sosa de fondo cuando dos de los personajes, dos mayores, se sacrifican por el resto, en una de las mejores escenas de la historia de la ficción nacional. La iglesia como lugar de refugio y salvación, un héroe Malvinas, el ejército como última resistencia de salvación nacional y la protección de la familia como prioridad. El mensaje del Eternauta pareciera estar más vinculado al lema: “Dios, Patria y familia” que a la desviación marxistoide y negacionista del progresismo que intenta desaparecer estos valores que son los que han hecho a nuestros héroes y grande a la patria, diluyéndolo al de un heroísmo minusválido: desmilitarizado, anti nacionalista y ateo.
¿El Eternauta es de izquierda o es de derecha? El Eternauta es lo opuesto a un progresista y a un libertario, porque tiene valores, cree en la verdad y busca la paz, pero se prepara para la guerra: si vis pacem para bellum. Es la cruz y también la espada. La serie de Stagnaro es totalmente opuesto a la miserabilidad de las dos ideologías degeneradas en pugna por la construcción de sentido, porque reivindica al hombre común que es un héroe, al hombre de familia que sólo busca el vivir bien, el hombre que busca el bien común, no la exaltación de valores individuales por izquierda o por derecha en una suerte de lucha de clases posmoderna identitaria. Es una reivindicación de nuestros principios y valores, de nuestra cultura popular, de nuestra religión, de nuestra identidad argentina y del ser nacional. De todo lo que los enemigos de Argentina buscan destruir. El Eternauta no es ni progresista ni liberal, no tiene ideología.
Es argentino y héroe de Malvinas.
Las opiniones y análisis expresados en este artículo pueden no coincidir con las de la redacción de Kontrainfo. Intentamos fomentar el intercambio de posturas, reflejando la realidad desde distintos ángulos, con la confianza de aportar así al debate popular y académico de ideas. Las mismas deben ser tomadas siempre con sentido crítico.
CONTRA LA CENSURA: Si le gustó nuestro trabajo apoye a KontraInfo con su suscripción. No recibimos ni recibiremos jamás dinero de ONG's ni partidos políticos. Por hacer un periodismo alternativo venimos siendo sistemáticamente censurados y desmonetizados.
*Ayúdenos con su suscripción, ingresando a este enlace.Si va a reproducir este material, cite la fuente: www.kontrainfo.com