Por Verónica Zapata
El domingo 17 de agosto los bolivianos elegirán nuevo presidente y vicepresidente, 130 diputados y 36 senadores para el periodo 2025-2030. El contexto es complejo, marcado por una judicialización de las elecciones dejando afuera de carrera electoral a Evo Morales, presos políticos, una fuerte crisis económica y política, crisis energética y falta de combustible, división del MAS-IPSP en 4 partes representados por tres binomios, uno representado por Eva Copa de “Morena” que se bajó de la carrera electoral por el ínfimo porcentaje de apoyo del 1%, dos en carrera representado por el candidato oficialista con el ex ministro de gobierno Eduardo el Castillo que ostenta la sigla del ”MAS-IPSP”, y por otro lado, con el expresidente del senado Andrónico Rodríguez de “Alianza Popular”. Si bien Evo Morales quedó afuera de la carrera electoral, juega fuerte en la carrera política impulsando el voto nulo que podría ser el factor sorpresa de esta elección.
Las casas de campaña del voto nulo se replicaron por toda Bolivia como una estrategia de Evo Morales y si este resulta alto demostraría el rechazo y el descontento de un sector de la población hacia un sistema electoral que no le ofrece opciones al dejar afuera a su candidato Evo Morales. A su vez, dejaría al nuevo gobierno carente de legitimidad y gobernabilidad para poder avanzar en cambios radicales sin resistencia, pese a que obtendría mayoría en la asamblea legislativa plurinacional. Por otro lado, posicionaría a Evo Morales como única oposición indiscutida, lo cual sería una hazaña en un contexto de fuertes internas, divisiones, acusaciones cruzadas, errores, traiciones, destrucción de su imagen con denuncias de abuso, etc.
La última encuesta de Atlas la consultora que vaticinó el triunfo de Milei en Argentina el 2023, que se llevó a cabo entre el 11 y el 14 de agosto, marca que Tuto Quiroga de “Alianza libre” obtendría apoyo en un 22% y en segundo lugar Samuel Doria Media con “Alianza Unidad” con un 18%, ambos son los dos principales candidatos del arco de la denominada derecha, mientras que en tercer lugar estaría el voto nulo o blanco con una intención del 14,6 % en sintonía con el llamado de Evo Morales que impulsa el voto nulo, Andrónico Rodríguez de “Alianza Popular” aparecería en cuarto lugar con 11,4 %, mientras que Eduardo Del Castillo del “MAS -IPSP”, quedaría sexto con 8,1 % dado que el grado de indecisos lo supera con 8,5%. Por detrás de ellos quedan los demás candidatos de derecha: Rodríguez Paz Pereyra con 7,5%, Manfed Reyes Villa con 4%, Pavel Arancena con 3,1% y Jhonny Fernández con 2,6%.
Según las encuestas, es un hecho que pasarían a la segunda vuelta Tuto Quiroga por “Libertad y Democracia” y Samuel Doria Media de “Alianza Unidad”, dentro del denominado arco de la derecha, lejos quedaría Andrónico Rodríguez de “Alianza Popular” y mucho más aún el candidato oficialista Eduardo Del Castillo del “MAS-IPSP”, que sería la continuación del gobierno de Luis Arce -David Choquehuanca con una gestión que podrían resultar equivalentes al ex gobierno de Alberto Fernández en Argentina en versión boliviana, marcado por una fuerte crisis económica, desencanto y por un discurso de “DDHH” y feminismo, en el caso boliviano se impuso un feminismo fusionado con indigenismo, que sólo sirvió en ambos países para crear más desigualdad, división en la sociedad y para destruir el tejido social.
Dicho discurso brindó el argumento para impulsar las denuncias de abuso a Evo Morales y su escrache y pretendida cancelación política y civil. El “yo te creo hermana” que sacraliza la palabra de la mujer, la demonización del hombre y la banalización de la violencia crearon las condiciones óptimas y brindaron el argumento para impulsar estas denuncias y que penetren en la sociedad, creando impacto y repudio, lo que destruyó la imagen de Evo Morales a tal punto que parecía imposible su resurgimiento como político. Quedando casi en soledad sin los apoyos extranjeros que supieron usufructuar de su imagen y estuvieron a su lado en su momento de gloria. A su vez, en el ámbito jurídico este discurso traducido como “perspectiva de género” equiparó acusación con condena, necesitando solo relatos sin pruebas para condenar, porque “siempre hay que creerle a la víctima si esta es mujer” y se dictó la prisión preventiva de manera arbitraria de Evo Morales avasallando la presunción de inocencia y las garantías constitucionales que son derechos humanos fundamentales y la base del Estado de Derecho que fue destruido por este discurso globalista. A tal punto avanzaron las múltiples denuncias de abuso hacia Evo Morales en la justicia que actualmente se encuentra en situación de clandestinidad en el Trópico de Cochabamba. No se presentó a declarar a la justicia al advertir que no estaban garantizadas las condiciones para que se llevare a cabo una investigación y un juicio imparcial y justo, ni ejercer el derecho a la defensa, al ser condenado anticipadamente de forma mediática, y también para evitar una detención inmediata en un proceso que él denomina como “Lawfare”.
En esta línea, en abril del 2014, Andrónico Rodríguez como presidente del senado, cuando aún no se había distanciado de Evo Morales, en su defensa sostuvo un discurso categórico en la asamblea legislativa y afirmó que la ley 348 para “garantizar a la mujer una vida libre de violencia” era una ley “anti hombres”, “anti familia”, que produjo la “división del país entre hermanos” y que pone a los hombres como “enemigos”. También sostuvo que dicha ley “no está cumpliendo con sus objetivos” y que “se está aplicando la presunción de culpabilidad” (…) “Con una denuncia falsa, una mujer puede decir que este hombre me golpeó, me abusó, me insulto y el hombre va directo a la cárcel, tiene que estar preso 1 o dos años o más hasta demostrar su inocencia”. Por este discurso, Andrónico fue repudiado por el feminismo y por parte del arco de la derecha que en Bolivia también levanta banderas feministas como la senadora Barrientos de “Comunidad Ciudadana” de Carlos Mesa ex aliado de Fernando Camacho el 2019, también recibió el repudio del oficialismo, sin embargo, en las redes sociales y en las calles Andrónico Rodríguez era masivamente apoyado, incluso por muchos de sus detractores y fue un momento en que su imagen subió en las encuestas.
Dicha ley fue aprobada bajo el gobierno de Evo Morales y de esta manera se estaría reconociendo como un “error” en su gestión que hoy le jugaría en contra a nivel personal, así como también a nivel nacional creando, según palabras de Andrónico Rodríguez la “división” que se observa en todo nivel en el conjunto de la sociedad.
Actualmente los seguidores de Evo Morales advierten las denuncias de abuso que recibió como falsas y como un “instrumento para eliminar al adversario político” porque el ex mandatario sigue contando con apoyo en una situación que hubiera dejado afuera de carrera política a cualquier político hombre. Se podría comparar la situación con el presidente Trump, salvando distancias ideológicas que con una condena por abuso dictada por el poder judicial, lo cual es una situación aún más compleja que la de Morales por contar con sentencia judicial, recibió el apoyo masivo de la sociedad norteamericana que lo catapultó como el presidente más votado de U.S.A. a nivel histórico, dejando al descubierto el entramado de la falsa denuncia de género en juego y un poder judicial totalmente corrompido.
Evo Morales recientemente hizo referencia a una encuesta de Ipsos Ciesmori que pone a Samuel Doria Medina con 21, 2% y a Tuto Quiroga con 20%. Según el ex presidente sobrarían razones para votar al voto nulo porque “no hay candidatos que representen al pueblo” y a que a su juicio “esta elección estar hecha a medida para que vuelva la derecha y no el pueblo” y calificó a esta de una “democracia sin el pueblo, sin la Bolivia profunda, sin el movimiento indígena popular”.
Para Evo Morales en una hipotética segunda vuelta entre los dos primeros candidatos que obtengan la mayoría de votos, pero que no superen al voto nulo carecerían de legitimidad. Según dicha encuesta, el voto nulo tiene 14,6%, el blanco alcanza 5,2% y el porcentaje de indecisos es de 13,3%, lo que suma un total de 33, 1% de electores que no tienen candidato para votar. El ex mandatario aseguró que sí el próximo domingo el voto nulo saca el 25 %, él sería el verdadero ganador de las elecciones. En esta encuesta aparece como tercero Rodrigo Paz con 8,3%, seguido de Manfred Reyes Villa con 7,7 % y Andrónico Rodríguez con 5, 5%. El resto de los aspirantes, incluido el oficialista Eduardo del Castillo oscilan entre un 2% y un 0,2% un porcentaje que implicaría la perdida de la personería jurídica de sus partidos. El estudio fue elaborado entre el 2 y 6 de agosto con 2700 entrevistas en el área urbana y el rural de los 9 departamentos de Bolivia.
Este cuadro de situación posiciona a Evo Morales con sus aciertos y errores como la única oposición indiscutida de Bolivia y lo fortalecería haciéndolo resurgir como ave fénix, además le otorgaría poder de negociación con el nuevo gobierno. Si bien la derecha (*) se hará del gobierno, Morales podría gobernar en las calles, la gran perdedora de esta elección es la izquierda que no tiene candidatos y que antaño fue llamada “tradicional”, hoy transmutada a una izquierda “woke” que demuestra su fracaso, sigue el mismo destino el progresismo. Tras las elecciones un análisis de situación honesto no debería solo apuntar al factor económico, sino también a los políticos e ideológicos que originaron la implosión y la sepultura del MAS-IPSP y que son de larga data, lo que no necesariamente implicaría la sepultura del denominado “proceso de cambio” al menos como horizonte político.
Evo Morales no la tendrá nada fácil, aún en esta situación favorable dentro de este nuevo contexto político y social nacional, ya que tiene un movimiento indígena marcado por la fragmentación, por el fallecimiento de Felipe Quispe “El Mallku” no cuenta con su presencia, que fue muy crítico de él, pero que llamó a votar al MAS y lideró los bloqueos el 2020 ante la amenaza del regreso de un gobierno de derecha por el voto popular, por el mismo motivo tampoco cuenta con la presencia del minero Orlando Gutiérrez cuya presencia también fue determinante para resistir el 2019.
(*) Los términos “derecha” e “izquierda” son utilizados solo a modo didáctico, dado que estos son insuficientes para explicar el actual contexto político y social mundial marcado por una lucha entre globalistas vs soberanistas.