Este lunes, la administración del presidente Donald Trump aseguró haber encontrado una de las las causas del aumento de autismo en niños: el uso de Tylenol (Paracetamol o acetaminofén) durante el embarazo. De acuerdo con la Sociedad de Medicina Materno-Fetal, entre el 40% y el 65% de las mujeres embarazadas usan este fármaco como analgésico y antifebril.
Trump repitió más de 10 veces la frase «no consuman Tylenol, no se lo den a los niños», durante la conferencia en la que oficializó sus acciones contra el medicamento al que su Administración liga directamente como un causante del autismo en el país.
Hablando desde la Oficina Oval junto al secretario de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., Robert F. Kennedy Jr., el comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU., Dr. Marty Makary, el director de los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU., Dr. Jay Bhattacharya, y el administrador de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid de EE.UU., Dr. Mehmet Oz, Trump no limitó sus comentarios al Tylenol durante el embarazo. Abogó por espaciar las vacunas infantiles y retrasar la vacuna contra la hepatitis B para los recién nacidos hasta los 12 años.
«No es que todo esté 100% entendido o conocido, pero creo que hemos hecho muchos avances», dijo Trump.
Desde los años 1970-1980, agencias como la FDA (EE.UU.) y la EMA (Europa) lo clasifican en la categoría B de riesgo en el embarazo (sin evidencia de riesgo en estudios humanos), recomendándolo como la primera opción para dolor o fiebre en gestantes.
Los funcionarios han estado revisando investigaciones previas —incluida una revisión de agosto realizada por investigadores de Mount Sinai y Harvard— que sugieren un posible vínculo entre el uso de Tylenol al inicio del embarazo y un mayor riesgo de autismo en los niños.
Además, los funcionarios planean promover un medicamento menos conocido llamado leucovorina como posible tratamiento para el autismo. La leucovorina suele recetarse para contrarrestar los efectos secundarios de algunos medicamentos y para tratar la deficiencia de vitamina B9. Ensayos tempranos, doble ciego y controlados con placebo, en los que se administró leucovorina a niños con autismo, han mostrado lo que algunos científicos describen como mejoras notables en su capacidad para hablar y comprender a los demás.
Kenvue, el fabricante de Tylenol, el medicamento más vendido con paracetamol, dijo el lunes que “discrepa totalmente” con la sugerencia del presidente Donald Trump de que su medicamento puede causar autismo.
Donald Trump durante mucho tiempo ha expresado su preocupación por el aumento de las tasas de autismo en Estados Unidos y este año encargó a sus colaboradores encontrar respuestas. La iniciativa ha involucrado al secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., al comisionado de la FDA, Marty Makary, al director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), Jay Bhattacharya, y a otros altos funcionarios.
“Hemos lanzado un esfuerzo masivo de pruebas e investigación que va a involucrar a cientos de científicos de todo el mundo”, dijo Kennedy en una reunión televisada del gabinete en abril. “Para septiembre, sabremos qué ha causado la epidemia de autismo y podremos eliminar esas exposiciones”.
El trastorno del espectro autista es una condición del neurodesarrollo caracterizada por dificultades en las habilidades sociales y de comunicación, y comportamientos repetitivos, que ha sido diagnosticada con mayor frecuencia entre los niños estadounidenses en las últimas décadas. Uno de cada 31 niños de 8 años tenía autismo en las comunidades estadounidenses examinadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, en comparación con aproximadamente 1 de cada 150 niños en el año 2000.