En una sesión histórica, la Cámara de Diputados de Argentina propinó un contundente revés al presidente Javier Milei al rechazar, con mayorías abrumadoras, los vetos presidenciales a dos leyes clave: la de financiamiento universitario y la de emergencia pediátrica, destinada a fortalecer el Hospital Garrahan. La votación, que tuvo lugar el miércoles 17 de septiembre de 2025, reflejó un amplio consenso opositor y una fuerte presión social, con miles de manifestantes acompañando la jornada en las inmediaciones del Congreso.
La ley de emergencia pediátrica, que garantiza fondos extraordinarios para hospitales como el Garrahan y la recomposición salarial de los trabajadores de la salud ajustada por inflación, fue ratificada con 181 votos a favor, 60 en contra y una abstención. Por su parte, la ley de financiamiento universitario, que actualiza los gastos de funcionamiento de las universidades públicas según el Índice de Precios y ordena reabrir paritarias docentes, obtuvo 174 votos afirmativos, 67 negativos y dos abstenciones. Ambas iniciativas superaron el umbral de dos tercios necesario para revertir los vetos presidenciales, un logro que la oposición celebró como un «triunfo de la sociedad».
Desde temprano, estudiantes, docentes, gremios y trabajadores del Garrahan se movilizaron masivamente, culminando en la tercera Marcha Federal Universitaria, que contó con el apoyo de la CGT, las CTA y movimientos sociales.
El oficialismo, liderado por La Libertad Avanza y acompañado por sectores del PRO, intentó sin éxito blindar los vetos de Milei, argumentando que las leyes implicaban un «gasto fiscal excesivo» que ponía en riesgo el superávit fiscal. Sin embargo, la oposición logró sumar apoyos clave, incluyendo a legisladores de bloques provinciales y exaliados del Gobierno, como los misioneros de Innovación Federal y los chubutenses que responden al gobernador Ignacio Torres. Incluso figuras como Álvaro González (PRO) y Oscar Zago (MID) anunciaron su voto en contra de los vetos, marcando una fractura en el respaldo al Ejecutivo. Legisladores oficialistas, como Silvana Giudici (PRO), defendieron los vetos, argumentando que el sistema universitario requiere reformas estructurales.
Ahora, ambas leyes pasarán al Senado, donde la oposición confía en ratificar la insistencia con una mayoría aún más sólida. De confirmarse, el Ejecutivo estará obligado a promulgar las normas sin posibilidad de un nuevo veto, garantizando fondos inmediatos para universidades y el Garrahan. Este resultado representa no solo un revés legislativo para Milei, sino un golpe político en un contexto de creciente debilidad tras la derrota electoral en Buenos Aires y tensiones con gobernadores.