El alineamiento del presidente argentino Javier Milei con Israel y Estados Unidos, y su firme respaldo a los ataques israelíes a Irán, que dejaron más de 600 muertos, mayoría civiles, y a la ofensiva norteamericana contra las instalaciones nucleares iraníes el mes pasado, no pasaron desapercibidos para Irán, que denunció al mandatario argentino en un extenso informe presentado ante las Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El informe llamado “El descarado ataque al derecho internacional por parte del régimen israelí contra la República Islámica de Irán desde el comienzo de la agresión de ese régimen el 13 de junio de 2025” fue presentado por parte de los representantes iraníes en la sede de la ONU en Nueva York.
En dos puntos diferentes hay una referencia a la Argentina y otra a Milei, que en medio del conflicto bélico en Medio Oriente del mes pasado calificó a Irán como “un enemigo de la Argentina”.
En el punto 92 del informe, la misión iraní en la ONU resaltó: “Algunos otros países han declarado igualmente su apoyo a los actos de agresión del régimen sionista contra Irán. Entre ellos se encuentran Canadá, la Argentina, la República Checa y Paraguay”.
Y a continuación, el punto 94, apuntó contra el líder libertario: “El 13 de junio de 2025, el presidente de la República Argentina, Javier Milei, respaldó las acciones militares del régimen sionista contra Irán y condenó los ataques defensivos iraníes contra el régimen sionista, expresando su apoyo a las anteriores acciones militares de Israel”.
“Este informe contiene documentación y materiales relativos al ataque militar ilegal y a gran escala iniciado por el régimen israelí contra la República Islámica de Irán. Además, incluye una evaluación jurídica de las flagrantes y sistemáticas violaciones del derecho internacional cometidas por dicho régimen en el curso de su conducta agresiva”, señala la nota de la embajada iraní en Londres.
La inclusión de la Argentina en ese exclusivo listado incluido en el punto 92 del informe es parte del precio que Milei le hace pagar al país por haber calificado en varias oportunidades a Irán como “un enemigo de la Argentina”, y por su política de alineamiento irrestricto a Washington y Tel Aviv.