La civilización occidental ultraliberal moderna y los ángeles caídos – Por Alexander Dugin

Por Alexander Dugin

Recientemente, Tucker Carlson afirmó que Occidente está gobernado por entidades sobrenaturales procedentes del infierno. Muchos se preguntan: ¿cómo interpretar esto?

Para empezar, es muy importante recordar que la doctrina cristiana, de la que Occidente se apartó hace unos 500 años, de manera oficial y muy explicita, tenía una concepción completamente diferente de lo que es un «ser racional». En consecuencia, desde la escuela (y nuestra escuela fue primero comunista y luego liberal, es decir, ideológica) nos acostumbramos a pensar que solo hay un tipo de ser racional: el ser humano.

Es decir, nos acostumbramos a pensar que solo la especie humana posee razón y todo lo demás es considerado como cuentos o fábulas. Que solo los seres humanos son portadores de la conciencia racional. En algún momento, los seres humanos surgieron de los monos y, desde entonces, tomaron las riendas de su destino. Y progresan, es decir, avanzan hacia una mayor afirmación de esta racionalidad como base de la existencia histórica colectiva.

Hemos crecido repitiendo esto, nos han educado así y nos parece que es una verdad absoluta, algo que se da por sentado, como dicen los ingleses. Es decir, una verdad evidente por sí misma. Pero esta verdad evidente era, en realidad, una idea innovadora que surgió hace unos 500 años. En ese entonces era inicialmente una opinión privada sostenida por gente marginal, pero fue ganando cada vez más fuerza hasta que ahora la mayoría de nosotros creemos que es verdad.

Pero el cristianismo no piensa de esa manera, como tampoco el islam o el judaísmo y la mayoría de las religiones, sosteniendo, por el contrario, que existen al menos tres tipos de seres racionales. El Ser Supremo y Absoluto es Dios, la Razón o la mente. Por eso, a veces, Dios mismo es llamado la Mente o la Luz Inteligente. Por ejemplo, así lo denomina el venerable Máximo el Confesor, llamando a Dios Padre la Mente.

Dios no es una criatura, es una Mente no creada. Pero existen mentes creadas que se dividen en dos tipos de seres: los ángeles y los humanos. Es decir, además de los humanos, hay otro tipo de seres inteligentes creados por Dios: los ángeles o mensajeros. Y estos ángeles superan a los seres humanos precisamente en que son solo mente. Si los seres humanos son mentes encerradas en un cuerpo, y el cuerpo les impide pensar, les distrae constantemente, a los ángeles nada les impide pensar. Por eso son mentes puras.

Pero también entre los ángeles hubo una división. Esto también es una enseñanza del cristianismo y de otras religiones tradicionales. Ya en los inicios del mundo se produjo una escisión entre los ángeles. Algunos de ellos permanecieron fieles al Supremo Espíritu Divino No Creado. Son ellos los que ahora se denominan comúnmente ángeles, mientras que otros ángeles cayeron y se opusieron a este Espíritu No Creado. Pero estos ángeles caídos, también son mentes.

Así, la situación se volvió aún más complicada: existen mentes creadas fieles a Dios, que son los ángeles y existen mentes caídas que se rebelaron contra Dios: los demonios (o los besy en la tradición rusa). Y existen mentes humanas totalmente dominadas por la carne, que se distrae de las ocupaciones de la filosofía y la metafísica, exigiendo nuevas clases de sensaciones.

Como resultado, la existencia humana en la historia se mueve en este estado constante de mentes. Hay mentes angelicales creadas que ayudan a las personas a avanzar en la dirección correcta en la historia y en sus destinos personales. Hay mentes caídas que impiden al ser humano avanzar, lo llevan a un callejón sin salida, lo confunden. Y está Dios, cuya mente es la mente suprema que controla todos estos procesos.

Así lo considera la tradición cristiana. Y si somos cristianos, debemos creer en ello. Pero si no somos cristianos, ¿para qué prendemos velas, qué hacemos durante la Pascua o cuando vamos al cementerio? Es decir, lo que estamos hablando ahora tiene importancia si somos cristianos. Porque si somos cristianos, debemos aceptar qué existen diferentes tipos de mentes. Y eso incluye el hecho de que, además de la mente humana, hay otras mentes creadas. Y algunas son benevolentes con nosotros, mientras que otras no lo son.

Tucker Carlson, a quien conozco personalmente, es cristiano. Por lo tanto, para él, la idea de que existen mentes no humanas orientadas hacia el mal es simplemente parte de su fe y del dogma cristiano. Y para cada uno de nosotros, los cristianos ortodoxos, también debe ser un dogma. Pero nos educaron en escuelas soviéticas y luego liberales, por eso «sabemos» que «Dios no existe». E incluso si admitimos la existencia de Dios, «los ángeles seguro que no existen». Pero, en realidad, los ángeles existen igual que Dios. Si existe el hombre, entonces también existen Dios y los ángeles. Uno confirma al otro.

En este caso, Tucker Carlson se refería a que, detrás de la civilización occidental ultraliberal moderna, además de las decisiones humanas, la voluntad humana y las elecciones humanas, hay otro motivo, que es la conciencia de los ángeles caídos. Y esta conciencia se manifiesta cada vez más claramente a lo largo de la historia. Por eso, cuando miramos a los gobernantes occidentales actuales, es difícil evitar la sensación de que están poseídos. Y para suponer quién los posee, no hace falta recurrir a reptilianos o extraterrestres. Están poseídos por demonios. Los demonios son una entidad familiar, comprensible y conocida. Y la posesión por ellos es bastante característica.

Si una persona aboga por cambiar de sexo, significa que está poseída por un demonio. Si una persona es liberal, significa que está poseída por un demonio. Si una persona cree en el progreso y en la evolución, significa que está poseída por un demonio. Si una persona es materialista, atea y partidaria de la visión científica moderna del mundo, significa que está poseída por un demonio. Esa es la respuesta. La civilización occidental, en su conjunto, está poseída por un demonio. Los líderes occidentales de esta civilización están poseídos por un demonio. Por una legión concreta de demonios muy tangibles.

Si creemos en Dios, si somos cristianos, todo esto es, como mínimo, muy verosímil. Pero si tenemos algún problema con la fe, significa que nosotros mismos estamos poseídos por demonios. Es muy sencillo.

Pero el hombre, como dijo Sócrates, es alma, es decir, el hombre es mente. Y el cuerpo obnubila la mente, haciéndola más tonta. Y las mentes caídas, que están por debajo del hombre, son incorpóreas. Aunque cayeron del cielo, se hundieron aún más bajo que el hombre, alcanzando una especie de frontera exterior del mundo.

Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera

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