
En un movimiento que sacude los cimientos del gobierno ucraniano en medio del conflicto con Rusia, el presidente Volodímir Zelenski anunció este jueves la renuncia de Andréi Yermak, su jefe de la Oficina Presidencial y considerado su «mano derecha» durante años. La dimisión se produce en el marco de una investigación por corrupción en el sector energético, donde agencias anticorrupción registraron la vivienda de Yermak, decomisando fajos de miles de dólares y euros en efectivo. Zelenski emitió un decreto de destitución publicado en el sitio web oficial de la Presidencia, enfatizando la necesidad de transparencia y evitando especulaciones sobre el sucesor.
Yermak, descrito por el Financial Times como un «zar no electo» que ha acumulado poder ilimitado desde la imposición de la ley marcial en 2022, ha sido señalado como posible figura central en el esquema. El diputado ucraniano Yaroslav Zhelezniak lo comparó con «Alí Babá» en referencia a las cintas mencionadas, mientras que The Times acusa a Yermak de usurpar procesos democráticos y superar en autoridad a todos los funcionarios electos. Además, se le atribuye la promoción de una ley para liquidar la independencia de la Fiscalía Especial Anticorrupción (SAP) y la NABU, iniciativa que fue retirada tras presiones de Occidente.
El escándalo, calificado como «megaescándalo» por medios internacionales, involucra sobornos por unos 100 millones de dólares en contratos de la compañía estatal Energoátom. Según la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU), contratistas pagaban comisiones ilegales del 10% al 15% bajo amenazas de bloqueo de pagos, lo que resultó en la detención de cinco personas y la identificación de siete sospechosos a mediados de noviembre. Investigadores también incautaron grabaciones secretas de conversaciones telefónicas y material audiovisual, incluyendo las controvertidas «cintas de Míndich», que supuestamente implican a aliados cercanos de Zelenski en tramas de corrupción.
La salida de Yermak obliga a un reinicio de la Oficina Presidencial, con Zelenski planeando consultas inmediatas para designar un nuevo jefe. Mientras tanto, Ucrania será representada en negociaciones con Estados Unidos por el jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, y funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores e inteligencia. Este episodio agrava las tensiones internas en Kiev, donde las demandas de reformas anticorrupción por parte de aliados occidentales podrían condicionar el apoyo militar y financiero en un momento crítico del conflicto.

