
El presidente de EE.UU., Donald Trump, reveló a la prensa que Washington pretende apoderarse del petróleo que transportaba el barco incautado en las costas de Venezuela, acción realizada en medio de la escalada de agresiones estadounidenses contra la República Bolivariana.
Durante su anunció sobre la incautación del petrolero en la costa venezolana, Trump se jactó de las dimensiones del barco. «Un petrolero grande. Muy grande», declaró el presidente estadounidense. «El más grande que se haya visto nunca, y están sucediendo otras cosas que lo verán más adelante», agregó.
Previamente, Bloomberg reportó que las fuerzas estadounidenses «interceptaron y confiscaron un petrolero sancionado» en el mar Caribe.
«Bueno, nos lo quedamos, supongo», respondió el mandatario al ser preguntado por los periodistas sobre el destino del crudo. Al mismo tiempo, se negó a divulgar a qué puerto será llevado el petrolero. «Eres un buen periodista», dijo Trump al corresponsal que le preguntó al respecto. «Simplemente, sigue al petrolero. Consigue un helicóptero y sigue al petrolero», contestó. El mandatario agregó que el barco fue incautado por «una muy buena razón».
La fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, publicó el video del momento en el que EE.UU. incautó un petrolero frente a las costas de Venezuela, en medio de la escalada de agresiones estadounidenses contra la República Bolivariana.
En el video se puede observar cuando un helicóptero militar se posiciona sobre la embarcación y varios uniformados bajan al barco. Apuntando con sus armas ingresan a diferentes lugares.
En su publicación, Bondi señaló que el carguero era «utilizado para transportar petróleo sancionado de Venezuela e Irán» y que la incautación fue ejecutada por el Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés), la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), la Guardia Costera de EE.UU. y el Departamento de Guerra.
En la jornada anterior, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, pidió a América Latina estar «alerta» ante el despliegue militar de EE.UU., cuyo fin es «someter a los pueblos de la región» para mantener el control político y de los recursos de los países latinoamericanos.

