Bukele, tras bajar el 60% los homicidios en El Salvador, recibe a los primeros 2.000 pandilleros en su megacárcel

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, informó este viernes que fueron trasladados los primeros 2.000 pandilleros a la recién inaugurada megacárcel conocida como el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), que tiene una capacidad para albergar a 40.000 presos y dispone de 64 talleres en diferentes áreas, como pintura, pupitres, textilería, entre otros. Las tareas de seguridad del recinto estará en manos de más de 600 soldados de la Fuerza Armada y 250 efectivos de la Policía Nacional Civil. En El Salvador rige un régimen de excepción, aprobado en marzo del año pasado y, según cifras oficiales, a la fecha se han detenido a más de 64.000 personas, a las que el Gobierno señala de ser pandilleros.

“Esta será su nueva casa, donde vivirán por décadas, mezclados, sin poder hacerle más daño a la población”, escribió Bukele en su cuenta en Twitter.

Hoy en la madrugada, en un solo operativo, trasladamos a los primeros 2,000 pandilleros al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT).

Esta será su nueva casa, donde vivirán por décadas, mezclados, sin poder hacerle más daño a la población.

Seguimos…#GuerraContraPandillas pic.twitter.com/9VvsUBvoHC

— Nayib Bukele (@nayibbukele) February 24, 2023

Gracias a las reformas en seguridad del presidente Nayib Bukele, El Salvador registró 496 homicidios en 2022, uno de los valores más bajos en décadas, y cerca de un 57% menos que los contabilizados en 2021. “El 2021 finalizó con 1.147 homicidios y el 2022 se contabilizaron 496 crímenes“, dijo en conferencia de prensa el titular del Ministerio de la Defensa, René Merino Monroy. Cuando Nayib Bukele llegó a la presidencia en 2019, el país centroamericano registró 2.390 homicidios, una crisis de seguridad sin precendentes.

“¡Hemos llegado a 300 días sin homicidios! Para ponerlo en contexto, el gobierno anterior no tuvo un tan solo día sin homicidios, y el anterior a ese, solo tuvo 1. 1 día sin homicidios en 10 años. Pero gracias a Dios, ahora vivimos en un país diferente”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.

Antes de Bukele, El Salvador tenía barrios enteros donde la policía no se animaba a entrar, ya que estaban bajo el control de los maras, quienes se financian del narcotráfico y del crimen organizado. El mandatario recuperó el Estado de Derecho, eliminó los narcoestados y devolvió seguridad a la población.

A finales de marzo del 2022, el líder de Nuevas Ideas, logró aprobar un régimen de excepción en el Poder Legislativo, el cual permite militarizar las calles de las principales ciudades, imponer toque de queda cuando se necesite, intervenir las telecomunicaciones, y habilita a la “detención administrativa“, que permite detener a cualquier persona por un máximo de 15 días, lo que facultó a la Policía Militar a arrestar a cientos de maras, a pesar de que no habían sido atrapados cometiendo un delito flagrante.

Human Rights Watch, ONG norteamericana financiada por el magnate George Soros, viene criticando de manera sistemática el modelo de Bukele y denunció que “graves violaciones de derechos humanos cometidas durante el régimen de excepción”, una situación que no suele denunciar en su país de origen.