En el contexto de la desclasificación de documentos relativos al asesinato de John F. Kennedy, entre los cuales varios dejan entrever el conflicto entre el mandatario norteamericano y el Estado de Israel por su programa nuclear, archivos desclasificados del Departamento de Energía de EE. UU. y la CIA, alegan que Zalman Shapiro, presidente de Nuclear Materials and Equipment Corporation (NUMEC), colaboró con funcionarios de inteligencia estadounidenses para desviar más de 300 kilogramos de uranio-235 a Israel entre 1957 y 1978.
Conocido como el «Asunto Apollo» o «Asunto NUMEC», este incidente sigue siendo controvertido. En 1976, la CIA informó a la Comisión Reguladora Nuclear (NRC) que era probable que el uranio desaparecido hubiera ido a parar a Israel. Un estudio de 2010 de la Oficina de Responsabilidad del Gobierno de EE. UU. sugirió que una investigación coordinada podría haber aclarado el misterio, pero no se llegó a una conclusión definitiva.
Se cree que Israel posee entre 60 y 400 armas nucleares, aunque el país mantiene una política de ambigüedad y no ha firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT), por lo que no reconoce oficialmente su estatus como estado con armas nucleares. Los expertos internacionales, como el exdirector general de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Mohamed ElBaradei, consideran a Israel un estado con capacidad nuclear.
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