La democracia postal y el disputado voto por correo: un cheque en blanco a los Reyes Magos – Por Juan Manuel de Prada

El disputado voto por correo
Por Juan Manuel de Prada

La derechita no se aclara. Hace apenas quince días andaba denunciando tramas de voto por correo por doquier; y ahora reclama a sus adeptos que, antes de marcharse de vacaciones, voten por correo. Pero por muchos adeptos de la derecha que voten por correo, no podrán compensar la riada de votos (también por correo) de los nuevos nacionalizados por el doctor Sánchez, que llegarán justo a tiempo para impedir que Franco obligue otra vez a sus abuelos difuntos a marchar de España.

Resulta enternecedor que la gente, al hacerse mayor, deje de creer en la eficacia de la carta a los Reyes Magos para empezar a creer en la eficacia del voto por correo. Puestos a utilizar métodos postales, mucho más ilusionante que el voto por correo resultaría el envío de cartas al Gobierno. Así, además de reavivar en el demócrata aquellos entrañables recuerdos asociados a la redacción de la carta a los Reyes Magos, se azuzaría su dormida vocación arbitrista. Una vez concluido el plazo para el envío de las cartas, todos los chupatintas de los ministerios las extractarían, pasándole un memorial al Gobierno, que se limpiaría el culo con él, como ahora hacen los candidatos que concurren en las elecciones con los votos de sus adeptos. Pero esta democracia postal al menos propondría una ficción mucho más elaborada e ilusionante.

Mientras se produce el advenimiento de una utópica democracia postal, el demócrata español tiene que conformarse con el voto por correo, que es como si en lugar de escribir una carta a los Reyes Magos les mandara un cheque en blanco, creyendo ilusamente que le van a comprar el juguete que desea. Es como si la gente creyera ilusamente que la democracia permite elegir el lugar de veraneo –San Sebastián, Cadaqués o Torremolinos, según los gustos de cada quisque–, cuando lo cierto es que sólo vale para evitar que te obliguen a veranear en la Antártida o en el Sahara. Pues unos nos meten miedo con los fascistas que nos quieren enviar a la Antártida y otros con los socialcomunistas que nos quieren mandar al Sahara.

Pero Antártida y Sahara son ‘macguffins’ de la Agenda 2030, que es el infierno donde unos y otros nos van a obligar a veranear de por vida. Había un cuento de Tolstoi en que un aristócrata y su criado se veían obligados a viajar en el mismo trineo para ir a votar. Durante el trayecto comprobaban que sus votos eran opuestos; y, comprendiendo que se iban a anular mutuamente, decidían darse la vuelta, para ahorrarse las penalidades del viaje. Para salvar las vacaciones en Torremolinos, Cadaqués o San Sebastián, existe un remedio mucho mejor que votar por correo. Consiste en hallar un vecino, un cuñado o una novia que vayan a votar lo contrario que nosotros; y, una vez hallado, proponerle que no vote a cambio de no hacerlo tampoco nosotros, de tal modo que nuestros votos se anulen mutuamente. Luego podemos pasar las vacaciones con la novia, el cuñado o el vecino; pues ya se sabe que el roce hace el cariño.

Si te gustó este artículo apoyá a KontraInfo con tu suscripción. No recibimos ni recibiremos jamás dinero de ONG's ni partidos políticos. Por hacer un periodismo alternativo venimos siendo sistemáticamente censurados y desmonetizados. Ayudanos con tu suscripción, ingresando a este enlace. Colaboración por transferencia al CVU: 0000076500000019781431 Si vas a reproducir este material, citá la fuente: www.kontrainfo.com