Milei en Suiza: entre condecoraciones y advertencias de guerra – Por Azul Selene Ramírez

Milei en Suiza: entre condecoraciones y advertencias de guerra 
Por Azul Selene Ramírez*

La posición de Argentina en el conflicto entre Ucrania y Rusia ha recobrado relevancia internacional a raíz de la reciente participación de su presidente, Javier Milei, en la Cumbre Global por la Paz en Ucrania organizada por Volodímir Zelenski en Suiza. Este evento reunió a cerca de 60 jefes de Estado y representantes de 90 gobiernos con el objetivo de discutir la fórmula de paz ucraniana, la cual incluye la retirada total de las tropas rusas y la liberación de prisioneros de guerra. La presencia de Milei fue vista como un apoyo crucial de América Latina a la causa ucraniana.

Durante la cumbre, Milei fue condecorado por Zelenski en una reunión privada con la Orden de la Libertad, una medalla que Ucrania otorga a aquellos con méritos especiales en el refuerzo de su soberanía e independencia. En paralelo a esta situación, en Argentina, el embajador ruso emitió una advertencia contundente: cualquier donación de armas a Ucrania sería considerada un acto hostil contra Rusia. Estas declaraciones se enmarcan en un contexto de creciente tensión y vigilancia por parte de Rusia sobre las acciones de terceros países en el conflicto.

En respuesta, el vocero presidencial Manuel Adorni desmintió cualquier plan de donación de armas a Ucrania, afirmando que no existe intención por parte del gobierno argentino de involucrarse militarmente en el conflicto. Adorni subrayó que la política exterior argentina busca mantener una postura neutral y de apoyo a las soluciones diplomáticas. “Entiendo que cuando uno tiene una actitud hostil es cuando se aporta armamento o se involucra en el conflicto bélico”, dijo Adorni. “En este caso la definición que hubo de Rusia fue de desilusión por el apoyo a Ucrania, no de hostilidad. Nosotros no vamos a aportar ningún tipo de apoyo militar ni interferir de ninguna manera en el conflicto bélico”.

Sin embargo, esta postura de no intervención contrasta con las acciones de Milei, quien no solo participó activamente en la cumbre organizada por Zelenski, sino que también recibió una condecoración por su apoyo a Ucrania. Este reconocimiento subraya un respaldo explícito a la nación ucraniana en su conflicto con Rusia, lo cual puede interpretarse como una forma de involucramiento en el conflicto, al menos a nivel diplomático.

Además, el reciente anuncio de que Argentina se ha unido al Ukraine Defense Contact Group (UDCG) el 14 de junio, una coalición internacional de 54 países que coordina la ayuda humanitaria y militar a Ucrania, podría haber sido el desencadenante de la declaración del embajador ruso. Este grupo trabaja en estrecha coordinación para apoyar a Ucrania, y la adhesión de Argentina a esta coalición refuerza su compromiso con la causa ucraniana, destacando una postura no neutral de facto en el conflicto.

Diversas fuentes indican que, incluso si hubiera habido intención de donar armas, las barreras burocráticas y legales lo habrían impedido desde un primer momento. La legislación argentina y las restricciones internacionales hacen que tal donación sea extremadamente difícil. Esta situación plantea interrogantes sobre cómo la embajada rusa obtuvo la información y reaccionó de manera tan contundente.

La reacción de la embajada rusa podría sugerir la existencia de operativas de inteligencia activa en el país, ya sea por parte de entidades locales o extranjeras como la CIA. Este tipo de maniobras reflejan la complejidad y la sensibilidad del conflicto y cómo las tensiones internacionales pueden repercutir en la política interna de los países involucrados.

La participación de Argentina en la Cumbre Global por la Paz y las reacciones subsecuentes subrayan las delicadas interacciones diplomáticas en el contexto del conflicto entre Ucrania y Rusia. La respuesta de la embajada rusa y las aclaraciones del gobierno argentino ponen de manifiesto las tensiones y la necesidad de una diplomacia cuidadosa para evitar escaladas innecesarias. Las operativas de inteligencia, ya sean reales o percibidas, añaden una capa adicional de complejidad a las relaciones internacionales en tiempos de conflicto.


*Azul Selene Ramírez es analista de Humo & Espejos / AsiaTV.

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