Por Fausto Frank
Durante la campaña electoral norteamericana que culminó con el acceso de Biden a la Casa Blanca, circularon con fuerza las versiones que afirmaban los nexos entre Hunter Biden, hijo del actual presidente, y empresas estratégicas en Ucrania. La información fue siempre desmentida por los “Fact Checkers” y censurada por las redes sociales, las que llegaron a cerrar cuentas de los usuarios que la compartían. Sin embargo, la más reciente afirmación divulgada desde medios rusos sosteniendo que Hunter Biden ayudó a financiar un programa de investigación de ‘armas biológicas’ militares estadounidenses en Ucrania terminó siendo al menos parcialmente cierta, según nuevos correos electrónicos obtenidos por el periódico británico Daily Mail. El comandante de las Fuerzas de Protección Nuclear, Biológica y Química de Rusia ha venido expresando que hubo un “esquema de interacción entre las agencias del gobierno de EEUU y el fondo de inversión Rosemont Seneca, que está encabezado por Hunter Biden”.
En uno de los vídeos publicados por el Daily Mail, Hunter aparece en la cama con una prostituta a la que le confiesa que perdió otro portátil en una de sus “aventuras” en Las Vegas en la que estuvo a punto de morir por sobredosis de droga. La información de la computadora portátil abandonada de Hunter, incluye al menos 103.000 mensajes de texto, 154.000 emails y 2.000 fotos que muestran que efectivamente ayudó en el aporte de millones de dólares en fondos para Metabiota, una contratista ucraniana del Departamento de Defensa de los EEUU que se especializa en la investigación de enfermedades y virus con potencialidad pandémica y que podrían usarse como armas biológicas.
Hunter Biden también aparece como responsable de presentar a Metabiota a una de las principales empresas de gas ucraniana, Burisma, para un ‘proyecto científico’ que involucra laboratorios de alto nivel de bioseguridad en Ucrania. Como detallamos en una nota anterior, el hijo del presidente de los EEUU era en ese tiempo miembro de la junta directiva de Burisma.
El vicepresidente de Metabiota envió un correo electrónico a Hunter en 2014 describiendo que podrían alcanzar un objetivo geopolítico ajeno a su actividad: “afirmar la independencia cultural y económica de Ucrania de Rusia”, un tanto desmedido para una simple empresa de biotecnología. Los correos electrónicos y los datos del contrato de defensa revisados por DailyMail.com dan muestra del interés del hijo del actual presidente norteamericano en que Metabiota pudiera realizar su investigación de patógenos a solo unos cientos de millas de la frontera con Rusia. Por este motivo, con la resolución de Putin de enviar tropas a Ucrania, el proyecto se convirtió en un problema de seguridad nacional para Ucrania y EEUU.
Metabiota trabajó en Ucrania para Black & Veatch, una contratista de defensa estadounidense con estrechos vínculos con las agencias de inteligencia militar, que construyó laboratorios en Ucrania que analizaban enfermedades mortales y armas biológicas.
Cuando ya no se lo podía seguir negando a la opinión pública, a principios de este mes, funcionarios estadounidenses advirtieron al Congreso que “las fuerzas rusas pueden estar tratando de hacerse con el control” de estas “instalaciones de investigación biológica”.
Lo cierto es que Hunter Biden y su empresa de inversión Rosemont Seneca Technology Partners (RSTP) recaudaban habitualmente millones de dólares para empresas de tecnología, entre las que se encuentra Metabiota. El hijo del presidente norteamericanos y sus socios invirtieron $500,000 en Metabiota a través de su firma Rosemont Seneca Technology Partners y recaudaron varios millones de dólares de financiación para la empresa, incluso de gigantes corporativos como Goldman Sachs.
Los argumentos de Hunter a los inversores afirmaban que no solo organizaron la financiación de la empresa, sino que también la ayudaron a “conseguir nuevos clientes”, incluidas “agencias gubernamentales en el caso de Metabiota”, todo mientras Joe Biden era vicepresidente de Barack Obama.
Un ex alto funcionario de la CIA Sam Faddis, que revisó los correos electrónicos en la computadora portátil de Hunter, le dijo a DailyMail.com que la oferta para ayudar a afirmar la independencia de Ucrania era extraña para un ejecutivo de biotecnología y se planteó la pregunta, “¿cuál es el verdadero propósito de esta empresa? Es muy raro”.
Guttieri desempeñó un papel de liderazgo en las operaciones de Metabiota en Ucrania y se reunió con otros ejecutivos de la compañía y oficiales militares de EEUU y Ucrania en octubre de 2016 para discutir la “cooperación en la vigilancia y prevención de enfermedades infecciosas especialmente peligrosas, incluidas las enfermedades zoonóticas en Ucrania y los países vecinos”, según un Informe de 2016 del Centro de Ciencia y Tecnología de Ucrania.
Faddis le dijo a DailyMail.com que el intento de lograr que Metabiota formara una sociedad con Burisma fue una revelación desconcertante y preocupante.‘Su padre era el vicepresidente de los Estados Unidos y estaba a cargo de las relaciones con Ucrania. Entonces, ¿por qué Hunter no solo estaba en el directorio de una empresa de gas ucraniana sospechosa, sino que también los conectó con una empresa que trabaja en la investigación de armas biológicas? dijo Fadis. La pregunta sigue siendo: ¿por qué Hunter Biden está en medio de todo esto? ¿Por qué el hijo caído en desgracia del vicepresidente está en el centro de todo esto? Un personaje sin habilidades perceptibles y famoso por su adicción a la cocaína, lo que explica la acusación de Putin al poder ucraniano de ser una “banda de drogadictos”.
Los registros de gastos del gobierno muestran que el Departamento de Defensa otorgó un contrato de 18,4 millones de dólares a Metabiota entre febrero de 2014 y noviembre de 2016, con 307.091 dólares destinados a “proyectos de investigación en Ucrania”. La Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa de EE. UU. (DTRA, por sus siglas en inglés) también encargó a B&V que construyera un laboratorio de nivel 3 de seguridad biológica en Odessa, Ucrania, y en 2010, que “proporcionó equipos mejorados y capacitación para identificar patógenos especialmente peligrosos de manera eficaz y segura”, según una prensa de la empresa. Dichos laboratorios se utilizan para ‘estudiar agentes infecciosos o toxinas que pueden transmitirse por el aire y causar infecciones potencialmente letales’, dice el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. B&V se adjudicó otro contrato de $85 millones de dólares por cinco años en 2012.
Otra señal de los lazos profundos entre Metabiota y el Departamento de Defensa, el socio comercial RSTP de Hunter, Rob Walker, dijo que “un amigo se comunicaría con el Departamento de Defensa en secreto”, para demostrar la buena fe de la compañía a los principales posibles inversores, Goldman Sachs y Morgan Stanley en octubre de 2014. RSTP era una subsidiaria de Rosemont Capital, una compañía de inversión fundada por Hunter y el hijastro del exsecretario de Estado John Kerry, Chris Heinz, en 2009.
Metabiota también tiene estrechos vínculos con el Instituto de Virología de Wuhan (WIV), del que se sospecha que es la fuente del brote de COVID-19. WIV fue un punto de acceso para la controvertida investigación de “ganancia de función” que puede crear virus más fuertes. Los científicos chinos realizaron una investigación de ganancia de función sobre los coronavirus en el WIV, trabajando junto con una organización respaldada por los EE. UU., EcoHealth Alliance, que desde entonces ha sido objeto de investigación sobre el coronavirus tras la emergencia del Covid-19. Metabiota ha sido socio oficial de EcoHealth Alliance desde 2014, según su sitio web.
Investigadores del instituto de Wuhan, Metabiota y EcoHealth Alliance publicaron un estudio conjunto en 2014 sobre enfermedades infecciosas de murciélagos en China, que señala que las pruebas se realizaron en el WIV. Shi Zhengli, directora de WIV del Centro de Enfermedades Infecciosas Emergentes, apodada la ‘dama murciélago’ por su papel central en la investigación del coronavirus de murciélago en el laboratorio, contribuyó al artículo.
Como se puede ver, no son pocos los intereses geopolíticos y estratégicos que confluyen en Ucrania, un centro neurálgico tanto para el despliegue del poder de la OTAN, y sus armas biológicas, como para los negocios de la familia Biden.
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