Las inoculaciones de ARNm de Pfizer alteran “temporalmente” la concentración de semen, sostiene estudio científico de Andrology

Por Fausto Frank

Un estudio científico publicado en la revista Andrology, concluye que la inoculación de Pfizer contra el Covid (BNT162b2) “afecta temporalmente la concentración de semen y el recuento móvil total entre los donantes de semen”, en un porcentaje cercano al 25%.

Andrology es una revista especializada financiada por la American Society of Andrology y la European Academy of Andrology. La andrología es la parte de la medicina encargada del estudio de cualquier aspecto relacionado con la función sexual y reproducción masculina. El estudio, que se plantea “investigar el efecto de la vacuna covid-19 BNT162b2 (Pfizer) en los parámetros del semen entre los donantes del mismo”, está disponible para su consulta en la Wiley Online Library.

La reciente investigación revela que “una comparación multicéntrica longitudinal retrospectiva revela una reducción temporal de la concentración de espermatozoides 3 meses después de la vacunación con BNT162b2“, si bien después detecta “una recuperación posterior”, aunque cabe aclarar, y esto es un elemento no menor, que la investigación tomó en cuenta solo 2 dosis y no las múltiples dosis consecutivas “de refuerzo” que se vienen sugiriendo (en algunos casos cada cuatro meses) desde los distintos laboratorios y gobiernos asociados.

La investigación se realizó de la siguiente manera: “37 donantes de semen de tres bancos de esperma que proporcionaron 220 muestras, se incluyeron en el estudio de cohorte multicéntrico longitudinal retrospectivo. La vacunación con BNT162b2 incluyó dos dosis y la finalización de la vacunación se programó 7 días después de la segunda dosis. El estudio incluyó cuatro fases: T0: control de referencia previo a la vacunación, que abarcó 1 o 2 muestras iniciales por SD; T1, T2 y T3 – evaluaciones a corto, medio y largo plazo, respectivamente. Cada uno incluyó de 1 a 3 muestras de semen por donante proporcionadas 15 a 45, 75 a 120 y más de 150 días después de completar la vacunación, respectivamente. Los puntos finales primarios fueron los parámetros del semen. Se realizaron tres análisis estadísticos: 1) modelo de ecuación estimado generalizado; 2) la primera muestra y 3) la media de las muestras de cada donante por período se compararon con T0”.

Como resultado, se obtuvo que “las mediciones repetitivas revelaron una disminución de la concentración de espermatozoides de -15,4 % en T2 (IC -25,5 %–3,9 %, p = 0,01) que condujo a una reducción del 22,1 % en el recuento móvil total (IC -35 % – -6,6 %, p = 0,007) en comparación con T0. De manera similar, el análisis de la primera muestra de semen solamente y la media de las muestras por donante dio como resultado reducciones de concentración y TMC en T2 en comparación con T0: disminución media de 12 millones/ml y 31 millones de espermatozoides móviles, respectivamente (p = 0,02 y 0,002 respectivamente) en la primera muestra. evaluación de la muestra y disminución mediana de 9,5 × 10 6 y 27,3 millones de espermatozoides móviles (p = 0,004 y 0,003, respectivamente) en el examen medio de las muestras”. Aunque luego acota que, en el largo plazo (T3), hubo “una recuperación general”.

Queda abierta la pregunta de qué ocurre en el organismo cuando recibe subsiguientes inoculaciones periódicas. Lo cierto es que la relación entre fertilidad e inoculaciones contra el Covid, algo sistemáticamente silenciado por los diversos “fact-checkers” del sistema global de comunicación, seguirá dando de qué hablar.