El presidente ruso, Vladimir Putin, pronunció un discurso a la nación en medio de un intento de golpe de estado por parte de la compañía militar privada Wagner. Describió las acciones de los amotinados como “ puñaladas por la espalda ” y llamó a la unidad.
A última hora del viernes, el jefe del PMC Wagner, Evgeny Prigozhin, acusó al ejército ruso de atacar la base de su grupo, algo que el Ministerio de Defensa ha negado rotundamente.
El presidente Putin argumentó que “ Rusia está librando hoy una lucha agotadora por su futuro ”, contra “ esencialmente todo el poderío de la maquinaria militar, económica y de información de Occidente ” que está siendo dirigido contra el país.
“ Esta batalla, cuando se decide el destino de nuestro pueblo ”, llama a la unidad y consolidación nacional, dijo Putin en su discurso. Según el presidente, todos los conflictos internos y disputas deben dejarse de lado en la actualidad, ya que “ nuestros enemigos externos pueden usarlos para socavarnos internamente ”.
El jefe de estado ruso enfatizó que cualquier acción que abra una brecha entre los rusos no es más que una “ puñalada por la espalda a nuestro país y a nuestra gente”.
Amargas lecciones de historia Putin recordó a los rusos que un escenario similar se desarrolló en el país en 1917, cuando estaba en medio de la Primera Guerra Mundial. Relató cómo “las intrigas, las disputas, el politiqueo a espaldas del ejército y del pueblo ” llevaron al “ derrumbe del Estado ”, y la “ tragedia de la Guerra Civil”.
“ Los rusos estaban matando a los rusos, los hermanos estaban matando a los hermanos, mientras que varios aventureros políticos y potencias extranjeras lo estaban capitalizando ”, dijo el presidente.
Putin prometió evitar que esto suceda, así como defender a Rusia y su pueblo, “ incluso de motines internos ”.
Naturaleza de la amenaza En su discurso, Putin calificó claramente el intento de golpe de PMC como una “ traición”. Citó “ enormes ambiciones e intereses personales ” de ciertos individuos como las razones detrás de esta “ traición a su país y su gente”. Llegó a acusar a los responsables, sin nombrar a Prigozhin en particular, de dar la espalda a la causa militar conjunta en Ucrania y a la memoria de los combatientes caídos.
Si tuviera éxito, el golpe conduciría a la “ anarquía y el fratricidio ”, lo que resultaría, a la larga, en la “ derrota ” y la “ capitulación ” de Rusia, según Putin.
El presidente caracterizó “ cualquier motín interno ” como una amenaza de muerte para el estado y la nación rusos. El presidente se comprometió a tomar “ medidas duras ” contra los amotinados, que “han entrado voluntariamente en el camino de la traición ” y han preparado “ la insurrección armada”.
Los responsables rendirán cuentas ante el pueblo ruso, aseguró el presidente al público.
Las medidas adoptadas “ Se han emitido todas las órdenes necesarias a las fuerzas armadas y otras autoridades ”, reveló Putin. Agregó que se había promulgado un protocolo especial de seguridad antiterrorista en Moscú, la región de Moscú y varios otros lugares.
El presidente ruso reconoció que la situación en Rostov-on-Don, en el sur de Rusia, sigue siendo “ difícil “, con el funcionamiento de las autoridades civiles y militares locales siendo “ efectivamente bloqueado”. Sin embargo, el Estado tomará “ acciones decisivas para estabilizar ” la situación en la ciudad.
Al concluir su discurso a la nación, el presidente Putin prometió hacer todo lo posible para defender el “ país, [y] defender el orden constitucional, la vida, la seguridad y la libertad de los ciudadanos ”.
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