Por Caetana Pettermann de Alós
El último debate antes de las elecciones generales en Francia se centró en la seguridad, especialmente la de las mujeres, frente a la inmigración ilegal. El candidato de Agrupación Nacional, Jordan Bardella, afirmó que el país no puede seguir acogiendo inmigrantes mientras no enfrente el problema de los «millones de parados y servicios públicos saturados». También mencionó la «alta tensión comunitaria en muchos barrios del país».
El candidato conservador propone así abolir la ley que permite adquirir la nacionalidad de forma casi automática. Esto provocó que el primer ministro y candidato del Nuevo Frente Popular, Gabriel Attal, lo acusará de «estigmatizar» a tres millones de franceses con doble nacionalidad, aunque Bardella señaló que no lo cuestionaba.
Por su parte, Bardella defendió la necesidad de garantizar los derechos y la libertad de todas las mujeres en Francia. Denunció que, en 2024, «millones de mujeres teman por su libertad y seguridad al salir en público».
Además, citó datos del Ministerio del Interior que indican que en París, «el 75% de los actos de violencia contra mujeres en las calles son perpetrados por extranjeros». Propone «endurecer las penas para que las mujeres se sientan seguras» en una lucha común que «todos debemos compartir».
El candidato del Nuevo Frente Popular acusó al partido conservador de impedir la construcción de «la paz y la unidad». Argumentó que cien de sus candidatos han hecho comentarios racistas, antisemitas u homófobos. En contraste, Bardella recordó que «vivimos en un Estado donde hay una agresión gratuita cada 44 segundos«.
