Tras la denegación por parte del Poder Judicial del Reino Unido para que Indi Gregory pueda ser trasladada a Italia, y la orden de que se le retire la asistencia respiratoria mecánica, la bebé de solo 8 meses a partir de este sábado está logrando sobrevivir por el momento a la extubación, a través de una máscara de oxígeno rudimentaria. El protocolo de eutanasia del Reino Unido -en contra de la voluntad de los padres- prevé que el suministro de oxígeno sea solo por un período de tiempo fijo, el que no podría extenderse por más de una semana. También prevé la suspensión del tratamiento y la prohibición de reanimación en caso de de una crisis de la bebé, informaron desde el equipo legal de la familia.
La aberrante decisión de los jueces ingleses de proceder hoy a las 11 horas con la suspensión del soporte vital para la pequeña Indi, a pesar de la posibilidad del hospital Bambino Gesù de Roma de proporcionarle las mejores terapias paliativas y a pesar de la concesión de la ciudadanía italiana por parte de la mandataria Giorgia Meloni, “es una derrota para la humanidad, para la medicina, para la ciencia y para la civilización occidental. La decisión se tomó sobre la base de parámetros de calidad de vida que son totalmente eutanísticos y que nos retrotraen a los períodos más oscuros de nuestra historia reciente”, explicaron desde la ONG italiana que intentó ayudar en el caso, Pro Vita & Famiglia.
“Una pequeña morirá por asfixia no a causa de su enfermedad sino porque un juez impidió a sus padres ayudarla a respirar. Indi Gregory se une a Charlie Gard, Alfie Evans e Isaiah Haastrup en las filas de niños pequeños británicos a quienes el servicio de salud británico y el poder judicial británico han considerado indignos de vivir a pesar de la posibilidad efectiva de recibir los mejores cuidados paliativos y el amor de sus padres. Si bien agradecemos al gobierno italiano todo lo que ha hecho para intentar salvar la vida del pequeño Indi, esperamos que en un futuro próximo se impulse un acuerdo bilateral entre Italia y el Reino Unido para permitir a los padres que lo deseen traer a sus hijos enfermos. a Italia para recibir tratamiento y así evitar situaciones similares en el futuro”, agregaron.
Con el avance de la cultura de la muerte, de la que el Reino Unido se encuentra a la vanguardia, “será asesinada una niña cuyo único defecto es el de estar enferma y, por tanto, de no respetar los estándares de producción que la sociedad occidental, impregnada de relativismo, utilitarismo y muerte, impone con violencia”, concluyeron desde la ONG.
