La Cuestión Nuclear en Rusia: debatir lo inimaginable en tiempos de alta tensión con la OTAN – Por Marcelo Ramírez

Por Marcelo Ramírez

El diputado de la Duma Estatal de la Federación Rusa por el partido Rusia Unida y miembro del Comité de Defensa, Teniente General de la reserva, Andrey Gurulev, ha hecho explosivas declaraciones urgiendo a su país a utilizar armas nucleares tácticas en Rabotina (en ruso: Работино) en la región rusa de Zaporozhye.
Sus palabras pusieron a la luz del sol los debates que se daban en círculos de poder y entre expertos. El uso de las armas nucleares han producido una conmoción, sin embargo, esto no es nuevo y esa posibilidad se baraja desde hace un tiempo considerable.

No solo se debate, sino que muchos creen que es inexorable su empleo ante la actitud crecientemente hostil de la OTAN, quien luego de consumir a Ucrania hará lo propio con Polonia.
¿Cuál es el límite de resistencia de Rusia ante una agresión coordinada de medio centenar de países nucleados en la OTAN y otros aliados? Una pregunta sujeta a muchas especulaciones en función de considerar si Rusia deberá combatir sola o si otros Estados como Corea del Norte, Irán o China entrarán en el conflicto y de qué manera lo harán.

Alexandr III a fines del siglo XIX pronunció una célebre frase: Rusia tiene dos aliados, su Ejército y su Armada. Queda claro entonces que los rusos pueden tener aliados, pero en un punto extremo solo confían en sí mismos.
La cuestión nuclear se determina por el concepto de bombas tácticas, de reducida potencia y con radiactividad residual, que desaparecen en pocos días.
Esto permite no contaminar permanentemente el suelo y no transformar en un desierto a la zona afectada.

El segundo punto a considerar es que ese proceso puede desencadenar una respuesta del mismo tenor de la OTAN, la que seguramente facilitará la entrega de ese mismo tipo de armas tácticas a Kiev a fines de que las utilice contra Rusia.
No es lo mismo que llegue a una ciudad rusa un dron de bajo poder que un misil con una cabeza nuclear por más pequeña que sea.
En este punto la guerra puede salir de control y escalar rápidamente.

No obstante, Gurulev abre la puerta a otra discusión y es demostrar que Rusia sí está dispuesta a usar ese tipo de armas si es necesario y que lo hará como una advertencia a Occidente.
La OTAN ha pisoteado muchas líneas rojas como las de atacar territorio ruso, enviar sistemas de gran alcance y hacer asesinatos selectivos. En Rusia crece la tensión y las preguntas hasta cuándo deberá tolerar esto sin responder adecuadamente.

El 29 de agosto, el periodista, consultor de medios y figura pública, bielorruso y ruso Alexander Zimovsky, escribió en su canal de Telegram sobre la necesidad de ser realista y considerar el uso de armas nucleares tácticas en ese sector geográfico.
Zimowski estima que las Fuerzas Armadas de Ucrania han concentrado unos 30.000 soldados en un espacio reducido de 8 km de largo por 20 km de profundidad. Allí se encuentran entre siete y ocho brigadas junto a varias formaciones más pequeñas, recordando que el ejército soviético establecía que debían usarse las armas nucleares tácticas a nivel del comandante de una división de tanques o rifles motorizados, y para ello contaban con su propia división de misiles, regulando su empleo según las necesidades.

Considera su utilización indispensable debido a que allí se encuentran las brigadas aerotransportadas 82 y 46, las brigadas mecanizadas 47, 65, 116 y 118, el 78.º Regimiento Aerotransportado de las Fuerzas Armadas de Ucrania, el batallón de voluntarios de asalto “Rock” entre otras unidades y las brigadas 3 y 14 de la Guardia Nacional del Ministerio del Interior.

Ese puño militar que la OTAN ha formado intentará avanzar sobre las líneas defensivas rusas, cortando el corredor terrestre del Donbass que aprovisiona a Crimea, aislándola del resto del país.
Si bien no es una tarea simple, los ucranianos podrían avanzar y producir severas bajas en las tropas rusas y matar más civiles.
La tensión interna crece y los ataques con drones solo apuntan a aumentar la tensión interna.

Andrey Gurulev es de los que creen que un ataque de 2С4 «Тюльпан, los conocidos morteros autotransportados de 240 mm, “tulipanes”, que podrían producir tres cargas nucleares 3VB11 de 2 kilotones cada una y destruir 3,5 mil militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania de inmediato y otros 5.000 con el tiempo. Si el ataque se realiza desde el aire, las bajas serían de 5.000 militares ucranianos y otros 10.000 posteriormente.

La decisión es complicada, tiene puntos a favor y en contra, pero las perspectivas de una guerra creciente ya han puesto sobre la mesa esta posibilidad y los tiempos se acortan. Próximamente, podremos ver acciones que pondrán la tensión en un punto que pocos hubieran imaginado hace unos años.

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