Psicopolítica: acción psicológica, revolución cultural e ingeniería social – Por Pablo Javier Davoli

Psicopolítica: una acepción. Mapa para iniciar la exploración*
Por Pablo Javier Davoli**

I.- A MODO DE INTROITO:

En las últimas semanas, con motivo de una conferencia que dicté -vía Internet- sobre las ideas de Antonio Gramsci (1891-1937), varias personas me han planteado diversos interrogantes en torno a la acción psicológica, la revolución cultural (en el sentido gramsciano de la expresión) y la ingeniería social. Fenómenos, éstos, que son diferentes entre sí, pero que se encuentran recíproca e íntimamente vinculados. De hecho, los tres constituyen las piezas fundamentales de la -así llamada- psicopolítica.

Sinceramente, celebro el interés en la temática. Ello, ya que, durante muchas décadas, la psicopolítica ha incidido decisivamente en nuestras vidas, sin que muchos se apercibieran siquiera de su presencia. A ello debe añadirse que el refinamiento y la sofisticación que han alcanzado sus métodos con el correr de los años, amenazan con asegurarle un lugar central y -tal vez- imbatible en poco tiempo… Siempre y cuando sigamos ignorando su existencia y modus operandi...

Es por todo ello que decidí escribir este brevísimo trabajo. El mismo tiene por objeto exponer los lineamientos fundamentales de tan importante temática, de manera ultra resumida y mínimamente ordenada, con la finalidad de aportar una suerte de mapa básico de la problemática, útil para introducir a la misma y guiar su estudio.

PSICOPOLÍTICA = acción psicológica + revolución cultural + ingeniería social.

II.- QUÉ ES LA PSICOPOLÍTICA:

En su libro Psicopolítica. Técnica del lavado del cerebro ( 1 ), Kenneth Goff (1915-1972) definió a la psicopolítica como saber eminentemente práctico: el arte o técnica de cambiar los cauces del pensamiento y los sentimientos (ajenos, por supuesto). ( 2 )

Por su parte, Julio Meinvielle (1905-1973), al comentar las ideas del citado autor, afirmaba: la Psicopolítica es con toda verdad, la ciencia de la domesticación de los pueblos. Una nueva especie de ciencia arquitectónica, que, echando mano de todas las conclusiones de las otras ciencias humanas, en especial de la Psicología y Sociología, trabaja en la elaboración de un nuevo tipo de hombre domesticado. ( 3 )

Así las cosas, se trata, básicamente, de manipulación y control de la personalidad, el estado anímico, las ideas, las opiniones y el comportamiento de terceros, extensible a sociedades enteras. Una manipulación y control que -al menos, en principio- no requiere de la coacción física, de la presión económica, de la destrucción por las armas ni tampoco de la amenaza de ejercer cualquiera de tales violencias. Sus instrumentos y metodologías conforman un abanico muy variado, en el cual se cuentan: desde la inducción al error por el engaño, el atractivo de la seducción y la inoculación del miedo, hasta la alteración hormonal, el lavado de cerebros y la modificación genética, pasando por la comunicación subliminal (por citar tan sólo algunos ejemplos).

Sin ningún lugar a dudas, se trata de una metodología consistente en acción psicológica destinada a la manipulación del comportamiento ajeno, en un sentido y con alcances masivos. La psicopolítica -así definida- suele provocar una revolución cultural y cristalizar en una determinada ingeniería social.

Respecto de esta última, cabe aquí aclarar que la misma supone – fundamentalmente- una configuración artificial, vertical y planificada, de la estructura y el funcionamiento de la sociedad.

Sobre el particular, tempranamente, en 1928, el famoso sobrino de Sigmund Schlomo Freud (1856-1939), Edward Louis Bernays (1891-1995) -experto en propaganda y publicidad; padre de la teoría de las relaciones públicas- comentaba:

La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elemento de importancia en la sociedad democrática (¡vaya contradicción!). Quienes manipulan este mecanismo oculto de la sociedad constituyen el gobierno invisible que detenta el verdadero poder que rige el destino de nuestro país.

Quienes nos gobiernan, moldean nuestras mentes, definen nuestros gustos o nos sugieren nuestras ideas son en gran medida personas de las que nunca hemos oído hablar. Ello es el resultado lógico de cómo se organiza nuestra sociedad democrática. Grandes cantidades de seres humanos deben cooperar de esta suerte si es que quieren convivir en una sociedad funcional sin sobresaltos.

A menudo, nuestros gobernantes invisibles no conocen la identidad de sus iguales en este gabinete en la sombra.

Nos gobiernan merced a sus cualidades innatas para el liderazgo, su capacidad de suministrar las ideas precisas y su posición de privilegio en la estructura social. Poco importa qué opinión nos merezca este estado de cosas, constituye un hecho indiscutible que casi todos los actos de nuestras vidas cotidianas, ya sea en la esfera de la política o los negocios, en nuestra conducta social o en nuestro pensamiento ético, se ven dominados por un número relativamente exiguo de personas -una fracción insignificante de nuestros ciento veinte millones de conciudadanos- que comprende los procesos mentales y los patrones sociales de las masas. Son ellos quienes mueven los hilos que controlan el pensamiento público, domeñan las viejas fuerzas sociales y descubren nuevas maneras de embridar y guiar el mundo. ( 4 )


Quienes manipulan este mecanismo oculto de la sociedad (manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas) constituyen el gobierno invisible que detenta el verdadero poder que rige el destino de nuestro país.- Quienes nos gobiernan, moldean nuestras mentes, definen nuestros gustos o nos sugieren nuestras ideas son en gran medida personas de las que nunca hemos oído hablar.
Edward Bernays.

FOTO: Bernays junto con su esposa, la activista feminista Doris E. Fleischman (1891-1980).

Por su parte, a principios de los ’60, al prologar el libro de Goff ut supra citado, Meinvielle comentaba:

…para que la Guerra Revolucionaria sea realmente eficaz no debe actuar desde fuera del hombre sino en el hombre mismo y en su totalidad, alcanzando no sólo al cuerpo, sino también al alma. (…) Por la práctica de la Psicopolítica, pueblos enteros se convierten en laboratorios donde individuos o grupos más o menos grandes de individuos son sometidos con diferentes técnicas a un tratamiento de domesticación, como si fueran vulgares bestias, de las que no se trata sino de lograr el mayor rendimiento con el menor esfuerzo. ( 5 )

Y en otra parte, el mismo autor se explayaba:

El manipuleo de las mentes no constituye sino un capítulo de un programa más vasto que comprende todos los métodos y técnicas empleados para condicionar y modelar al hombre-máquina de la sociedad-máquina en construcción. En esta sociedad el hombre es modelado por las condiciones mismas del trabajo que le imponen, por los placeres estandarizados y mecanizados a que se le somete, por el medio físico y social, por el aire que respira, por el alimento que absorbe, por la agitación incesante que le rodea, por la publicidad y propaganda que le ahoga. ( 6 )

El manipuleo de las mentes no constituye sino un capítulo de un programa más vasto que comprende todos los métodos y técnicas empleados para condicionar y modelar al hombre-máquina de la sociedad- máquina en construcción, denunciaba Julio Meinvielle.

Recientemente, Byung-Chul Han (1959), ha señalado que la esencia de la psicopolítica consiste en el control exógeno de la psique humana, destacando su superioridad en tanto técnica de dominación, respecto de la biopolítica en el sentido foucaultiano (como control exógeno del cuerpo). Paradójicamente, según el autor surcoreano, la mayor efectividad de la psicopolítica reside en su capacidad para provocar la auto-explotación. Se trata, entonces, de un novedoso fenómeno de dominación, el cual no distingue entre clases sociales, tornando -así- imposible toda revolución social en su contra. Han lo atribuye al -así llamado- neoliberalismo, vinculándolo -entre otras cosas- al híper-individualismo del hombre posmoderno y su voluntario sometimiento a una irrestricta auto-exposición e híper-visibilidad en el contexto de esa suerte de panóptico digital que constituye la Internet 2.0 y 3.0, atravesada por los sistemas informáticos del big data. ( 7 )

III.- CUÁLES SON LAS FASES DE LA PSICOPOLÍTICA:

A nuestro entender, la psicopolítica, en su desarrollo, presenta tres fases o etapas evolutivas. A saber (por orden cronológico): psicológica racional; psicológica infra racional; y físico-orgánica.

Al respecto, es menester efectuar algunas aclaraciones preliminares muy importantes:

1.- Tales fases se encuentran definidas por características genéricas (que, como tales, admiten excepciones) y tendencias dominantes (mas no exclusivas).
2.- Las mismas no constituyen compartimentos estancos; tampoco tienen fronteras exactas y prístinas.
3.- El nacimiento de una nueva fase no implica la clausura de la/s precedente/s.
4.- En cada fase, se registran muchos exponentes. En muchos casos, los mismos son
muy diferentes entre sí:

– Por su formación académica y profesional (antropólogos, psicólogos, pedagogos, psicólogos sociales, politólogos, sociólogos, médicos, etc.).

– Por su adscripción ideológica (simplificando: los hay de derecha y también de izquierda).

– Por el motivo que los impulsaba y la finalidad que perseguían (verbigracia: militantes comunistas firmemente convencidos de su causa; utopistas prometeicos, cargados de profundos resentimientos y deslumbrados por sus propias veleidades pretendidamente emancipatorias; sujetos abiertamente hobbesianos, escépticos respecto del hombre y obsesionados por el mantenimiento del orden social;
vulgares mercenarios intelectuales, al servicio del poder de turno; miembros de las élites más poderosas del mundo actual, abocados a la planificación de estrategias que contribuyan a la expansión y la consolidación de su nefanda dominación; etc.).

Más allá de estas diferencias, todos ellos han hecho una contribución significativa al desarrollo teórico y práctico de la psicopolítica (tal como ha sido definida ut supra).

5.- Varios de esos exponentes son públicamente conocidos por los aportes que han efectuado en sus respectivos campos de estudio y trabajo. Independientemente de la opinión que nos merezcan tales logros, no es esa la razón por la que se encuentran consignados aquí. La mención de los mismos (en el marco del presente trabajo) sólo obedece a las contribuciones que efectivamente hicieron a la técnica que aquí nos ocupa (sin importar si ellos le llamaban psicopolítica o de otra manera).

FASES DE LA PSICOPOLÍTICA:
PSICOLÓGICA RACIONAL — PSICOLÓGICA INFRA RACIONAL
FÍSICO-ORGÁNICA

A continuación, ensayamos una descripción básica y general de cada una de tales fases. Veamos:

1.- Primera fase: etapa psicológica racional.

– En esta fase, la acción psicológica opera fundamentalmente sobre la psique humana, en su dimensión racional o intelectual (el nous de la psicología platónica).

– Sus blancos primordiales son la inteligencia y la memoria de los sujetos a controlar y manipular.

– A guisa de mero complemento, en algunos casos, se ha apelado también al impacto emocional que ciertos mensajes dirigidos a la inteligencia ajena, provocan en sus destinatarios (trátase aquí de las connotaciones emocionales que suelen acompañar al significado de los mensajes emitidos, formando parte de su carga semántica, en el caso de aquéllos de formato lingüístico). Dichas connotaciones
tienden a generar un sistema de empatías, simpatías y antipatías.

– En el peculiar contexto de las sociedades modernas (compuestas por mayorías reducidas a mera masa y minorías pretendidamente ilustradas), los objetivos de esta acción psicológica son:

– En relación al hombre común masificado: cortocircuitar su sentido común e instalar en su lugar un remedo prefabricado que reemplace al mismo.

– En relación a las minorías supuestamente cultas: establecer un determinado paradigma (también prefabricado) a modo de armazón ideológico, con una guardia pretoriana intelectual que le sirva de custodia batallón de custodia (una nueva intelligentsia, funcional a la nueva hegemonía cultural).

– En suma, la acción psicológica de este tipo punta a la manipulación de nuestras ideas y opiniones.

– Ella ha aportado tempranamente los fundamentos teóricos y prácticos de dos fenómenos socio-culturales que signan nuestra época: el pensamiento único y la -así llamada- corrección política. Fenómenos, éstos, que -desde luego- no hacen sino contribuir y reforzar el triste pensamiento débil que caracteriza a la posmodernidad.

– Los instrumentos que se utilizan predominantemente son: ideas, conceptos, discursos y relatos. ( 8 ) Con las ideas y los conceptos se construyen profusamente sofismas, falsedades, falacias, pleonasmos, etc. Con los discursos y relatos se construyen leyendas (negras pero también rosas) con las cuales se tergiversa la historia y nuestra visión del mundo. Ello, con la deliberada intención de manipular los sentidos y las connotaciones. La palabra (verbal y escrita) y su utilización retórica juegan en rol central en esta fase de la psicopolítica. Los ámbitos escolares y académicos, la prensa y el periodismo, las bibliotecas populares y el mercado editorial constituyen los campos de batalla principales.

– Entre los exponentes de esta etapa se destacan Ernst Bloch (1885-1977), Walter Lippmann (1889-1974), Antonio Gramsci ( 9 ) y Joseph Lehman (continuador de la teoría de la ventana de la opinión pública, de Joseph Paul Overton). También puede enrolarse aquí a Paulo Reglus Neves Freire (1921-1997) ( 10 ).

Ernst Bloch, docente y escritor utopista de base marxista. Walter Lippmann, periodista y analista político (premio Pulitzer, 1958 y 1962).

2.- Segunda fase: etapa psicológica infra racional.

– En esta fase, la acción psicológica opera fundamentalmente sobre la psique humana, en sus dimensiones infra racionales. ( 11 )

– Sus blancos primordiales son los sentimientos, las emociones y las pulsiones instintivas (el thymós o parte irascible, compuesta por las pasiones; y los epithymíai o parte concupiscible, compuesta por los apetitos; según la psicología platónica). ( 12 )

– En suma, la acción psicológica de este tipo apunta a la manipulación de nuestros deseos (tanto de nuestros deseos conscientes como de aquellos otros que no lo son).

– Los instrumentos que se utilizan predominantemente son: piezas musicales y contenidos audiovisuales; producciones teatrales y cinematográficas; novelas, radionovelas y telenovelas; shows; la industria del espectáculo, en general; mensajes subliminales ( 13 ); hipnosis; etc. ( 14 )

– Entre los exponentes de esta etapa se destacan: varios de los investigadores de la -así llamada- Escuela de Frankfurt ( 15 ); verbigracia: Otto Gross (1877-1920), Max Horkheimer (1895-1973); Herbert Marcuse (1898-1979) – 16 -; Erich Seligmann Fromm (1900-1980); y Theodor Ludwig Wiesengrund, más conocido como Theo Adorno (1903-1969). Por otra parte, también podría encuadrarse dentro de esta fase de la evolución de la psicopolítica a Kurt Tsadek Lewin (1890-1947) – 17 -, Frank Fremont-Smith (1895-1974), Otto Klineberg (1899-1992), Margaret Mead (1901-1978) y Ernest Dichter (1907-1991).

Max Horkheimer saluda a Theo Adorno (detrás, llevando la mano hacia su cabello, un joven Jürgen Habermas).

3.- Tercera fase: etapa físico-orgánica.

– En esta fase, la acción psicológica opera fundamentalmente desde el cuerpo humano, en sus dimensiones: genética, hormonal, neural y cerebral (sigue tratándose de acción psicológica porque la psique humana continúa siendo su objetivo).

– Sus blancos primordiales son nuestro código genético, nuestro sistema hormonal, nuestra red neuronal y nuestro cerebro (es decir, los componentes biológicos que inciden en la estructura y el funcionamiento de nuestra psique y en la definición de nuestro comportamiento; componentes, éstos, que, en su conjunto, constituyen -entre otras cosas- una suerte de hardware para nuestra alma, por así decir).

– En esta fase de la psicopolítica, han cobrado especial relevancia la genética, la endocrinología, la neurología y la psiquiatría (desde luego, con un uso perverso de tales ramas científicas).

– Los instrumentos que se utilizan predominantemente son: programación neurolingüística; piezas musicales y contenidos audiovisuales; electricidad; ondas de diverso tipo; sustancias químicas, en general; drogas de distinta clase; manipulación genética; introducción de determinados dispositivos nanotecnológicos en el cuerpo humano; etc.

– Entre los exponentes de esta etapa se destacan: Aldous Leonard Huxley (1894-1963), George Brock Chisholm (1896-1971), Donald Ewen Cameron (1901-1967), Gregory Bateson (1904-1980), Albert Hoffman (1906-2008), Timothy Francis Leary (1920-1996), etc.

Liberarse de la moral significa ser libre para observar, pensar y comportarse sensatamente. (…) Si la raza ha de ser liberada de su carga incapacitante del bien y el mal, (entonces) deben ser los psiquiatras quienes tomen la responsabilidad original. George Brock Chisholm, médico psiquiatra y primer presidente de la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.). ( 18 )

FOTO: Chisholm, como presidente de la O.M.S., junto al -entonces- Secretario General de Naciones Unidas, Trygve Lie.

Respecto de la aludida introducción de dispositivos nanotecnológicos en el cuerpo humano: dado su carácter más bien novedoso, consideramos conveniente ensayar algunas breves consideraciones. Sobre el particular, pareciera que, dentro de un tiempo no tan lejano, estarán dadas las condiciones tecnológicas y sociales necesarias para la culminación del hombre-máquina y la sociedad-máquina, cuyo proceso de construcción fuera tempranamente advertido y denunciado por Meinvielle, según hemos indicado ut supra. En una reciente obra de su autoría, el periodista y escritor israelí Yuval Noah Harari (n. 1976) se focaliza en la incorporación de dispositivos con conexión a Internet, advirtiendo ( 19 ):

Humanos y máquinas podrían fusionarse de una manera tan completa que los humanos quizá no lograran sobrevivir si se desconectaran de la red. Estarían conectados desde el seno materno, y si más adelante eligiéramos desconectarnos, las agencias de seguros podrían rechazar asegurarnos, los patronos rehusar contratarnos y los servicios de asistencia sanitaria negarse a cuidar de nosotros… ( 20 )

Más adelante, el autor insiste sobre el particular:

Dispositivos como Google Glass y juegos como Pokémon Go están diseñados para borrar la distinción entre en línea y fuera de línea, al fusionarlas en una única realidad aumentada. A un nivel todavía más profundo, los sensores biométricos y las interfaces directas cerebro-ordenador pretenden erosionar la frontera entre las máquinas electrónicas y los cuerpos orgánicos, y meterse literalmente bajo nuestra piel. Una vez que los gigantes tecnológicos lleguen a un acuerdo con el cuerpo humano, podrían acabar manipulándolo por completo igual que suelen manipular nuestros ojos, dedos y tarjetas de crédito. Podríamos llegar a echar en falta aquellos buenos y viejos tiempos en que lo en línea estaba separado de lo fuera de línea (y los cuerpos humanos de los aparatos tecnológicos). ( 21 )

…los sensores biométricos y las interfaces directas cerebro-ordenador pretenden erosionar la frontera entre las máquinas electrónicas y los cuerpos orgánicos, y meterse literalmente bajo nuestra piel. Una vez que los gigantes tecnológicos lleguen a un acuerdo con el cuerpo humano, podrían acabar manipulándolo por completo… Yuval Noah Harari.

Arribada nuestra exposición al presente punto, resulta conveniente destacar que, en una misma estrategia psicopolítica, pueden implementarse instrumentos y métodos procedentes de fases diversas. De hecho, con el paso del tiempo, tal combinación se ha tornado muy común. A guisa de ejemplo, es dable evocar las reveladoras predicciones que se animó a formular el citado Huxley en una conferencia que dictó en la Facultad de Medicina de San Francisco:

En la próxima generación, o en la siguiente, habrá un método farmacológico que consiga que las personas adoren su condición de siervas y que permitan (sic) una dictadura sin lágrimas, por así decirlo. Que produzca una especie de campo de concentración indoloro para sociedades enteras, de tal modo que las personas habrán sido despojadas de sus libertades y, sin embargo, estarán contentas de que sea así, porque habrán perdido todo deseo de rebelarse, gracias a la propaganda o al lavado de cerebro, o a un lavado de cerebro profundo conseguido con métodos farmacológicos. Y al parecer esa será la última revolución. ( 22 )

En la próxima generación, o en la siguiente, habrá un método farmacológico que consiga que las personas adoren su condición de siervas… Que produzca una especie de campo de concentración indoloro para sociedades enteras… las personas (…) habrán perdido todo deseo de rebelarse, gracias a la propaganda o al lavado de cerebro, o a un lavado de cerebro profundo conseguido con métodos farmacológicos. Aldous Leonard Huxley.

En el mismo sentido, cabe aquí citar a Bertrand Arthur William Russell (1872-1970), tercer conde de Russell y ahijado del filósofo utilitarista John Stuart Mill (1806-1873). En 1951, el aludido erudito inglés escribía lo siguiente:

Dieta, inyecciones y mandatos se combinarán, desde una edad muy temprana, para producir la clase de carácter y la clase de creencias que las autoridades consideren deseable, y cualquier crítica seria de los poderes existentes se tornará psicológicamente imposible. Incluso si todos son miserables, todos se creerán felices, porque el gobierno les dirá que lo son. ( 23 )

Dieta, inyecciones y mandatos se combinarán, desde una edad muy temprana, para producir la clase de carácter y la clase de creencias que las autoridades consideren deseable… Bertrand A. W. Russell. El semblante con el que aparece en esta foto, refleja de manera fidedigna el deplorable desprecio por el prójimo que se pone de manifiesto descaradamente en muchos de sus escritos.

 

IV.- EL VALLADAR Y LOS ANTICUERPOS:

Tal como indicáramos ut supra, la psicopolítica se ha desarrollado tanto -por el nivel de complejidad alcanzado y el volumen de los recursos reunidos- que amenaza de manera inminente con usurpar el centro mismo de nuestro ser y de nuestras vidas. Sin embargo, de acuerdo con sus propios exponentes, existen varios obstáculos que impiden -o, al menos, complican seriamente- la instalación de tan tremendo escenario. Se trata de diversos factores que los ideólogos aquí referidos -en general- han señalado como estorbos para el desenvolvimiento práctico de los planes estratégicos de manipulación psíquica y transformación social a cuyo diseño tanto han contribuido, cuando no han sido ellos mismos quienes los han elucubrado (por lo general, encapsulados en la orgullosa soledad que es tan común en los gabinetes, de espaldas a los pueblos y, en varios casos, a sueldo de los más despreciables plutócratas).

Por supuesto, el tratamiento pormenorizado de tales vallas excede con creces los escuetos límites del presente trabajo. Aquí nos limitamos a compartir con el amigo lector unos pocos señalamientos, a modo de mera orientación.

A.- Entre los obstáculos de marras, nos parece atinado comenzar destacando la preservación de la integridad personal. Hablamos aquí de una equilibrada y sólida constitución física y psíquica; así como -también- de buena salud y vigorosa energía, tanto a nivel físico como a nivel mental. Ello supone: alimentación nutritiva y saludable; práctica gimnástica sistemática y adecuada; vínculos afectivos estrechos; autoconsciencia profunda (conócete a ti mismo); fuerza de voluntad firme y autodominio (señorío de sí mismo); vida ordenada y hábitos virtuosos; evitar vicios, la influencia de factores perturbadores y la incorporación de elementos extraños intrusivos; y un largo etcétera.

Ciertamente, la preservación de la integridad personal se ve reforzada cuando se hace celosa reserva de la esfera de privacidad e intimidad, manteniéndola a seguro resguardo de las tentativas de intromisiones. El ya citado Harari es uno de los autores que más explícita y claramente ha señalado y descripto los gravísimos peligros que -en la actualidad y a futuro- entraña nuestra indiscreción y permisividad en los aspectos aquí aludidos.

B.- Otra seria valla señalada por importantes promotores y cultores de la psicopolítica, está dada por el inevitable e inocultable descontento social que -desde hace algunos años- viene extendiéndose por todo el mundo. Aquéllos focalizan su atención -en particular- sobre el malestar experimentado -cada vez más- por las clases medias de los distintos países que cuentan con una (fenómeno, éste, que abarca también a las clases medias demográficamente más amplias y económicamente más aventajadas, como la estadounidense).

En el mismo sentido, se destacan el compromiso cívico, la movilización social y el activismo político. Máxime cuando se trata de grandes multitudes o -mejor aún- de pueblos enteros debidamente cohesionados y en estado de alerta, dotados de información veraz, convicciones sólidas, voluntad firme y capacidad de organización eficiente.

Puntualmente, Russell, en El poder en los hombres y en los pueblos (1938), destacó la importancia de la información y la claridad conceptual. Pero, mucho más recientemente, Zbigniew Kazimierz Brzezinski (1928-2017) -para algunos, padre del modelo teórico de la globalización que nos han hecho padecer- ha advertido sobre el desarrollo de un masivo despertar político global, capaz de provocar una agitación política global con la que resultaría muy difícil lidiar. En efecto, en un discurso pronunciado dictado en Chatham House (Londres), el eminente geopolítico polaco-estadounidense, hombre de confianza del clan Rockefeller, llamó la atención sobre el aludido fenómeno, calificándolo como reto histórico sin precedentes. ( 24 )

C.- La familia y la educación también constituyen defensas frente a los ardides y embates de la psicopolítica. No en vano, ambas han sido expresamente señaladas como estorbos por destacados promotores y cultores de tan inicua técnica.

La gravitación que una y otra revisten dentro del proceso de formación de hombres y mujeres, es superlativa y evidente (sobre todo, en los primeros años de vida y, por extensión, a lo largo de la infancia). Por eso mismo, ellas suelen ser objeto de ataque; y sus funciones, de tentativas de usurpación. Las tácticas utilizadas a tales efectos, son muy diversas. Algunas son brutalmente frontales en tanto que otras, astutamente subrepticias.

Dentro de El impacto de la ciencia en la sociedad (1951), Russell ha dejado una reveladora apología de su anunciada dictadura de la ciencia, cuya forja y sostenimiento encomendaba a los psicólogos sociales. En dicho libro, el autor ha aseverado sin ruborizarse:

Creo que la psicología de masas va a tener una importancia política considerable. (…) Su interés se ha incrementado enormemente gracias al aumento de métodos modernos de propaganda. Entre estos métodos, el de mayor influencia es el que llamamos “educación” (nótese el carácter maquiavélico de la noción de educación sostenida por el tecnócrata inglés). La religión (fermento tradicional de la vida familiar y educativa) desempeña su papel, aunque cada vez menor; la prensa, el cine y la radio tienen, en cambio, un papel cada vez más prominente (en la conformación de la personalidad y la definición del comportamiento; trátase, por tanto, de sustitutos de los factores formativos del hombre). (…) Cabe esperar que, con el tiempo, cualquiera sea capaz de convencer a otro de lo que sea, con tal de que el paciente atendido (reducción del hombre común a objeto de tratamiento de carácter presuntamente patológico) sea una persona joven y el Estado le proporcione dinero y bienes materiales (suerte de carnada que puede generar dependencia económica, amén de una autodestructiva pereza complaciente).

Se harán grandes avances en este tema cuando se hagan cargo de él los científicos bajo la dictadura de la ciencia (…) Los psicólogos sociales del futuro tendrán varias clases de escolares en los que ensayar diferentes métodos a través de los cuales conseguir convencer, de forma incontestable, de que la nieve es negra. Pronto se llegará a varias conclusiones. La primera, que la influencia del hogar es un estorbo. La segunda, que no se puede conseguir gran cosa a menos que el adoctrinamiento comience antes de los diez años. La tercera, que los versos acompañados de música y entonados repetidamente son muy eficaces. La cuarta, que la opinión de que la nieve es blanca debe ser considerada una señal de que existe un gusto morboso por la excentricidad. Pero les prevengo. Compete a los científicos del futuro hacer precisas estas máximas y descubrir cuál es el costo exacto de hacer creer a los niños que la nieve es negra y cuánto menos costaría hacerles creer que es gris oscuro.

Y ha rematado -el autor inglés- estas deplorables consideraciones con el siguiente comentario: Aunque esta ciencia se estudiará con diligencia, quedará rígidamente confinada a la clase dirigente. No se le permitirá al populacho saber cómo se han generado las convicciones que tiene (he aquí una de las claves de la dominación ilegítima: el oscurantismo). Cuando la técnica haya sido perfeccionada, todo gobierno que lleve una generación entera dirigiendo la política educativa podrá controlar a sus súbditos sin ser cuestionado, sin necesidad de ejércitos ni policías. ( 25 )

Los párrafos recién citados, amén de no tener desperdicio, nos eximen de mayores comentarios. Son harto significativos y elocuentes; y su franqueza supone una confesión, que -como tal- nos releva de pruebas.

A guisa meramente complementaria, queremos destacar el carácter instrumental (al servicio de la ambición de poder) y elitista (oligárquico-plutocrático-tecnocrática) que el afamado intelectual inglés adjudicaba a la noble actividad científica. De ello se infiere claramente una verdad demostrada en innumerables ocasiones por la historia de todos los pueblos: que la ciencia y -más ampliamente- el conocimiento suponen poder, en el sentido más amplio de la expresión, es decir, como capacidad para transformar la realidad (propia y circundante) y para definir el rumbo de los acontecimientos. De allí, el denostable afán de las élites ilegítimas por adueñarse de las fuentes del saber -en general- y el proceso científico-tecnológico -en particular-, sometiéndolos al servicio de sus mezquinos intereses y excluyendo de los mismos y sus beneficios a los demás.

Es por ello que estas mismas élites fomentan de mil maneras la ignorancia. A veces, lo hacen de modo directo. Así, verbigracia, se hacía en aquellos Estados de la Unión norteamericana en los cuales -según nos cuenta Alexis Henri Charles de Clérel, vizconde de Tocqueville (1805-1859) en su célebre La democracia en América– se prohibía que se enseñara a leer y escribir a los esclavos, penalizándose severamente a quienes infringieran la canallesca disposición con la que se agravaba aún más la horripilante esclavitud a la que habían sido reducidas sus desdichadas víctimas.

En otros casos, la ignorancia se promueve de manera indirecta, mediante ardides de diversa especie. Por ejemplo:
– Difundiendo falsedades y tergiversando la Historia.
– Suprimiendo la lógica e instalando falacias.
– Cortocircuitando el sentido común (como postulaba Gramsci, para quien -justo es aclararlo- dicho sentido siempre constituía una suerte de artificio de carácter superestructural).
– Instalando falsos dilemas y sembrando antinomias.
– Empobreciendo el lenguaje humano.
– E, incluso, deteriorando las facultades cognitivas de la gente (al respecto, cabe aquí evocar, a modo de ejemplo, los estudios desarrollados por los científicos expertos en desarrollo organizacional Eric Lansdown Trist -1909-1993-, uno de los fundadores del Tavistock Institute of Social Reserarch, y Frederik Edmund Emery -1925-1997-).

D.- Para finalizar la presente reseña de obstáculos (inevitablemente incompleta), hacemos referencia a otra valla -en algún punto, ya aludida- sobre la cual se han focalizado y ensañado muchos de los promotores y cultures de la psicopolítica: la religión y, más ampliamente, el sentido de trascendencia.

Así, verbigracia, en su momento, el agudo Gramsci advertía a sus camaradas comunistas que el principal estorbo para la concreción de sus aspiraciones revolucionarias no era la burguesía (a la cual -paradójicamente- muchos de aquéllos pertenecían) sino el sentido de trascendencia. Refiriéndose específicamente a Occidente, este militante marxista -tan perspicaz como heterodoxo- subrayaba el rol socio-cultural fundamental y decisivo desempeñado por la religión católica y su estructura eclesiástica, adonde ha anidado el sentido de trascendencia del hombre occidental. Es por ello que, en relación a la Iglesia Católica, proponía -a grandes rasgos- minar su prestigio y confiabilidad (desde afuera) y su unidad y orientación trascendente (desde adentro). El postrero testimonio de la arrepentida Bella Dodd, al que hemos aludido ut supra, pondría de manifiesto públicamente la efectiva implementación de la infiltración que -como parte de su propuesta estratégica- Gramsci había elucubrado, permitiendo vislumbrar su enorme envergadura y temible eficacia.

También Bloch ha cargado especialmente contra el sentido de trascendencia. En otra parte, hemos comentado sobre el particular: En algunos casos puntuales, la alteración semántica de los vocablos sigue una secuencia discursiva bien definida. Así, por ejemplo, el afamado pensador judeo-alemán Ernst Bloch postuló la “inmanentización” del sentido de las virtudes teologales cristianas: ‘Fe’, sí, pero no en DIOS, sino en el hombre; ‘esperanza’, también, mas depositada en el mito positivista del progreso humano -al que adhieren los marxistas-; y ‘caridad’, lo mismo, pero referida a… ¡La lucha de clases! -¡vaya paradoja!-. ( 26 )

A su turno, Chisholm arremetió -más específicamente, contra la religión. A guisa de ejemplo ilustrativo, cabe aquí evocar el Congreso Internacional de Salud Mental de 1948. Ocasión, ésta, en la cual Chisholm aprovechó para explayarse sobre el carácter psicopatológico que -a su entender- poseería la religión y la necesidad de erradicarla que -a su criterio- había y urgía. El primer director general de la O.M.S. no se detenía allí: propugnaba abiertamente la eliminación de las nociones de Bien y mal, a las que consideraba ataduras morales de las cuales – según aseveraba este singular personaje con cierta temeridad- casi todos los psicólogos y psiquiatras se habrían liberado.

Desde luego, en lo que a la religión respecta, tampoco se quedó atrás Russell. Resultan claras -en tal sentido- algunas de las consideraciones que este notorio defensor de la utopía tecnocrática volcó en su libro El impacto de la ciencia en la sociedad (1951). Ya hemos hecho ut supra alguna cita sobre el particular.

V.- FINAL ABIERTO:

La temible efectividad de la psicopolítica depende -en gran medida- de nuestro desconocimiento al respecto, con la desprevención -fatalmente ingenua- que aquél importa. Ciertamente, las estrategias psicopolíticas son peligrosamente eficaces cuando sus víctimas ignoran la existencia de las mismas o, al menos, su implementación concreta. No en vano, tal como hemos indicado más arriba, Russell advertía que la instalación de su pretendida dictadura de la ciencia dependía de la ceguera de las grandes mayorías y el extravío de la opinión pública. Tampoco ha sido mera coincidencia que a Brzezinski le preocupara tanto el despertar de multitudes y pueblos.

Además, como hemos puesto de relieve ut supra, los propios promotores y cultores de la psicopolítica se han encargado de señalar las diversas barreras que nos contienen y protegen: integridad personal; intimidad y privacidad; familia, hogar y trabajo; amistad y comunidad; educación y ciencia; sentido de trascendencia y religión… Vale decir que -muy a su pesar- aquéllos han dejado señalizados los blancos predilectos de sus ataques (los cuales -claro está- constituyen las piedras angulares de nuestras vidas).

Pero nada valioso le es dado al hombre sin el encargo de luchar por ello. Sea para obtenerlo; sea para mantenerlo e, incluso, para aprovecharlo. Se trata de un desafío que involucra al hombre a todo nivel: personal, familiar, comunitario e internacional.

Ya de por sí, abrir los ojos, descubrir la realidad y comprenderla implica un serio esfuerzo. Asumirla y enfrentarla, tal como es, requiere de entereza y temple. Comunicarla, exige coraje (sobre todo, en una época de universal engaño, como decía Eric Arthur Blair -1903-1950-, más conocido como George Orwell). Subsistir, ser libre y progresar -en todo orden- demanda sacrificios. En suma: vivir dignamente y ser feliz, supone un cierto heroísmo existencial.

La psicopolítica es uno de esos tantos desafíos que nos presenta esta vida, confirmando principios perennes. En efecto:

– Ella intenta narcotizar y domesticar a las multitudes. Porque no hay victorias sin lucha. Vita est militia.

– Ella apunta a dividir a los hombres. Porque la unión hace la fuerza y nadie se realiza sino en una comunidad que se realiza.

Y fundamentalmente:

– Ella opera por medio de la simulación, el engaño y la confusión. Porque sólo la Verdad libera al hombre. Veritas liberabit vos.

 


 


(*) Artículo publicado originalmente en junio de 2020 en el sitio web del autor.

(**) ACERCA DEL AUTOR:

Pablo Javier Davoli nació en Rosario, Provincia de Santa Fe, República Argentina; el 11 de Febrero de 1975. Cursó sus estudios primarios y secundarios en el colegio Nuestra Señora del Rosario de los
Hermanos Maristas. Se recibió de abogado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales del Rosario, de la Pontificia Universidad Católica Argentina, a principios del año 2.000. Ha cursado la Maestría en Inteligencia Estratégica Nacional de la Universidad Nacional de La Plata y el Doctorado en Derecho de la facultad arriba mencionada. Desde el año 1.995, se ha desempeñado como docente de diversas asignaturas: Ciencia Política, Formación del Pensamiento Jurídico-Político, Filosofía del Derecho, Derecho Político, Derecho Constitucional, Sociología del Derecho, etc.; en la facultad arriba nombrada, la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Abierta Interamericana (U.A.I.) y otras casas de estudios. Autor de varios libros, también ha escrito decenas de artículos sobre diferentes temas pertenecientes a las asignaturas ut supra aludidas. Materias, estas, en relación a las cuales también ha dictado gran cantidad de disertaciones y conferencias en distintos ámbitos (universitarios, profesionales, gremiales y políticos). Gran parte de sus artículos y libros, así como algunos de sus videos, obran en su website personal, de donde pueden ser descargados en forma gratuita (www.pablodavoli.com.ar).

En el mes de Agosto del año 2.011, participó del Encuentro de S. S. Benedicto XVI con los Jóvenes Docentes Universitarios, en El Escorial (Reino de España). Presidió durante varios años el Instituto de Derecho Político del Colegio de Abogados de Rosario, el cual fue fundado por una iniciativa suya.

Participa -junto al Mg. Lucas J. Carena- del programa televisivo La Brújula, dedicado al abordaje de
diversos cuestiones sociales, culturales y políticas, emitido a través de Internet (2014-2017; inicios de 2020 al presente).


Notas:

1 Esta obra fue editada en Argentina por la editorial Nuevo Orden, varias veces, a partir de 1963.

2 Goff fue compañero de ruta de Maria Assunta Isabella Visono, más conocida como Bella Dodd
(1904-1969), cuyas revelaciones -efectuadas en los años ’50 y volcadas, en gran medida, en su libro School of Darkness– causaron gran impacto en su momento (sobre todo, en EE.UU. y también
en ciertos ambientes católicos de distintas partes del mundo).

Para quienes deseen interiorizarse en tales develamientos, recomendamos la lectura de nuestro artículo Caballo de Troya rojo. Las revelaciones de la Dra. Bella Dodd, de Enero de 2014,
disponible aquí: http://www.pablodavoli.com.ar/intranet/articulos/Caballo%20de%20Troya%20Rojo.pdf.

3 Reproducido por: Mc Ian, Thomas. Mentiras del mundo moderno. Cruz y Fierro Editores. Buenos
Aires. 1976. Página 115.
Meinvielle prologó la edición argentina de la obra de Goff.

4 Bernays, Edward L. Propaganda. Melusina. España. 2008. Páginas 15 y 16. Disponible aquí: https://focalizalaatencion.files.wordpress.com/2011/09/propaganda-por-edward-bernays_es.pdf
(compulsa de fecha 02/05/20).

5 Reproducido por: Mc Ian, Thomas. Obra citada. Página 115.

6 Meinvielle, Julio. La Iglesia y el mundo moderno. Ediciones Theoria (edición digital dirigida por R. P. Dr. Arturo A. Ruiz Freites IVE). Buenos Aires. 2008. Página 133. Disponible aquí:
https://ia801604.us.archive.org/14/items/MeinvielleJulioIglesiaYMundoModerno/Meinvielle,%20Julio%20-%20Iglesia%20y%20Mundo%20Moderno.pdf (compulsa de fecha 02/05/20).

7 Conforme: Han, Byung-Chul. Psicopolítica. Neoliberalismo y nuevas técnicas de poder. Herder Editorial. 2014. Barcelona.

8 Invitamos a leer:
– Artículo Fundamentos ideológicos de la revolución cultural de Pablo J. Davoli (23/11/14), disponible aquí:
http://www.pablodavoli.com.ar/intranet/fotosnoticulas/Fundamentos%20ideologicos%20de%20la%20revolucion%20cultural.pdf.

9 Invitamos a consultar:
– Artículo Breves observaciones sobre el pensamiento de Gramsci de Pablo J. Davoli (Diciembre/12), disponible aquí:
http://www.pablodavoli.com.ar/intranet/articulos/Breves%20Observaciones%20sobre%20el%20Pensamiento%20de%20Gramsci.pdf.
– Vídeo Gramsci, el apóstol de la revolución cultural del programa La Brújula (21/10/15), disponible aquí: https://www.youtube.com/watch?v=ky–QOFCVpQ.

10 Invitamos a ver:
– Vídeo Paulo Freire: pedagogía y revolución del programa La Brújula (17/11/17), disponible aquí: https://www.youtube.com/watch?v=e_xV2f_QnFU.

11 Invitamos a ver:
– Vídeo Fundamentos psicoanalíticos de la ingeniaría social del programa La Brújula (27/08/15), disponible aquí: https://www.youtube.com/watch?v=od1ZfjOYPaM.

12 Invitamos a leer:
– Artículo La “Akolasía” contra el placer sexual. Neurología, Psicología y Moral de Pablo J. Davoli (Abril de 2013), disponible aquí:
http://www.pablodavoli.com.ar/intranet/articulos/La%20Akolasia%20contra%20el%20Placer%20Sexual.%20Neurologia,%20Psicologia%20y%20Moral.pdf.

13 Invitamos a consultar:
– Artículo Violando la psiquis humana: la comunicación subliminal y la manipulación del comportamiento y la personalidad de Pablo J. Davoli (Octubre de 2013), disponible aquí:
http://www.pablodavoli.com.ar/intranet/articulos/Violando%20la%20psiquis%20humana.pdf.
– Vídeo Programando la Nación (partes 1 y 2) de Jeff Warrick, disponible aquí: https://www.youtube.com/watch?v=VbL30DfwJ5s
y https://www.youtube.com/watch?v=L7Su2zlCRVI.

14 Invitamos a consultar:
– Artículo Tele-control: la tiranía de la “caja boba” de Pablo J. Davoli (Mayo de 2015), disponible aquí:
http://www.pablodavoli.com.ar/intranet/articulos/Tele%20Control.%20La%20tirania%20de%20la%20Caja%20Boba..pdf.
– Vídeo Tele-control: la tiranía dulcificada de la “caja boba” del programa La Brújula (14/05/15), disponible aquí: https://www.youtube.com/watch?v=qGigd1cC_Sc.

15 Invitamos a consultar:
– Artículo La ingeniería social y la Escuela de Frankfurt de Pablo J. Davoli (Diciembre de 2012), disponible aquí:
http://www.pablodavoli.com.ar/intranet/articulos/La%20Ingenieria%20Social%20y%20la%20Escuela%20de%20Frankfurt%20I%20Parte.pdf.
– Vídeo Acción psicológica e ingeniería social del programa La Brújula (03/06/14), disponible aquí: https://www.youtube.com/watch?v=SZwre4Z2O34.

16 Invitamos a ver:
– Vídeo El dúctil Marcuse: entre los servicios de Inteligencia y la revolución contra-cultural del programa La Brújula (25/05/17), disponible aquí:
https://www.youtube.com/watch?v=C_AbnKMNLzU.

17 Invitamos a ver:
– Vídeo Kurt Lewin: la ingenierización de turbulencias sociales (01/03/17), disponible aquí: https://www.youtube.com/watch?v=WVepNM2kDss.

18 Eakman, B. K. Cloning of the American Mind: Eradicating Morality through Education. Huntington House Publishers. Lafayette, Louisiana (EE.UU.). 1998. Página 109. Reproducido por: periódico La gran época en fecha 23/10/18 y actualizado en fecha 26/11/19 (disponible aquí: https://es.theepochtimes.com/capitulo-12-sabotaje-a-la-educacion-parte-2_383873.html; compulsa de fecha 25/05/20).

19 Cabe aquí apuntar que el autor en cuestión, Harari, se ha convertido en una suerte de gurú muy influyente en nuestros días, a nivel internacional. Ello así, no sólo porque algunos de sus libros han logrado colocarse en la categoría de superventas. También ha sido consultado por figuras como: Barack Obama, Angela Merkel, Emmanuel Macron, Bill Gates y Mark Zuckerberg (fuente: https://www.infobae.com/cultura/2020/04/15/yuval-harari-las-decisiones-que-tomemos-tendran-un-impacto-durante-anos-y-decadas-y-reconfiguraran-el-planeta/). Además, desde 2015
es ponente en el Foro Económico Mundial dirigido por las élites financieras globalistas (fuente: https://rebelion.org/dimension-cultural-y-evolutiva-de-la-economia-del-bien-comun/).

20 Harari, Yuval N. 21 lecciones para el siglo XXI. Debate. 2ª edición. Ramos Mejías. 2018. Página 102.

21 Harari, Yuval N. Obra citada. Página 114.

22 Reproducido por: Carena, Lucas y Davoli, Pablo J. La guerra invisible. Acción psicológica y revolución cultural. Ethos Guerrero. Florida (Provincia de Buenos Aires). 2016. Página 279. Extraído de: Estulin, Daniel. El instituto Tavistock. Ediciones B. Buenos Aires. 2012. Página 125.

23 Reproducido por: López Laso, Fernando. Artículo La sumisión en la tecnocracia. Revista La balsa de piedra. Nro. 3. España. Abril y Junio de 2013. Página 3.

24 Fuentes:
– Jalife-Rahme, Alfredo. El «despertar político global», según Brzezinski. Diario La Jornada. México. 26/12/08. Reproducido por: website de radio La Primerísima. Disponible aquí:
https://www.radiolaprimerisima.com/articulos/2590/el-despertar-politico-global-segun-brzezinski/ (compulsa de fecha 18/06/20).
– Vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=-vDhMhWJWmk; fragmento del discurso de Brzezinski: 00:26 a 01:20 del vídeo (compulsa de fecha 18/06/20).

25 Reproducido por: Carena, Lucas y Davoli, Pablo J. Obra citada. Páginas 276 y 277. Extraído de: Estulin, Daniel. El instituto Tavistock. Ediciones B. Buenos Aires. 2012. Páginas 120 y 121.

26 Carena, Lucas y Davoli, Pablo J. Obra citada. Página 183.

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